Especificaciones y análisis del Lotus Elise
Potencia
192CV
Par
180Nm
Consumo
8.2l/100
Emisiones
196g/km
0-100 km/h
5.4s
Vel. Máx.
222km/h
Peso
935kg
Precio
49,589€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
2 / 2 puertas
112 L
40 L
141 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lotus Elise R · 192 CV (2010-2012)
Descripción general
El Lotus Elise R de 2011 no es simplemente un coche; es una declaración de principios. En una era donde la tecnología y el confort a menudo diluyen la experiencia de conducción, el Elise se mantiene fiel a la filosofía de su fundador, Colin Chapman: 'Simplifica, y luego añade ligereza'. Este biplaza es la encarnación de la pureza automovilística, un destilado de velocidad, agilidad y conexión directa entre el conductor, la máquina y el asfalto.
Experiencia de conducción
Conducir el Elise R es una experiencia visceral que bombardea los sentidos. El motor Toyota de 1.8 litros aúlla hasta las 7800 rpm justo detrás de tu cabeza, una banda sonora mecánica y adictiva. Cada cambio de la precisa caja manual de 6 velocidades es un acto deliberado y satisfactorio. La dirección, sin asistencia, te transmite cada textura del asfalto directamente a las palmas de tus manos. Con solo 935 kg de peso, la agilidad es casi telepática; el coche no gira, pivota a tu alrededor, creando una simbiosis que te hace sentir parte integral del chasis.
Diseño y estética
Su diseño es una consecuencia directa de su propósito. Las líneas del Elise R son fluidas y aerodinámicas, esculpidas por el viento para generar agarre. Es increíblemente bajo y compacto, una silueta inconfundible que grita agilidad incluso en parado. Por dentro, el minimalismo es ley: el aluminio del chasis queda a la vista, los asientos son bacquets de competición y solo encontrarás los controles estrictamente necesarios. No hay espacio para lo superfluo, cada elemento está ahí para servir a la conducción.
Tecnología y características
La tecnología del Elise R no reside en pantallas táctiles o asistentes de conducción, sino en su brillante ingeniería mecánica. Su corazón es un chasis de aluminio extruido y pegado, una obra de arte que proporciona una rigidez excepcional con un peso ridículamente bajo. La suspensión de doble horquilla en ambos ejes, propia de coches de competición, garantiza un control y una pisada impecables. La verdadera tecnología aquí es la pureza: la ausencia de filtros electrónicos para ofrecer la experiencia más auténtica posible.
Competencia
Encontrar rivales directos para una propuesta tan radical es complicado. Un Porsche Boxster o Cayman de la época ofrece un rendimiento similar, pero con un enfoque mucho más refinado, confortable y pesado; son grand turismos en comparación. Quizás sus verdaderos competidores espirituales son máquinas igualmente puristas como un Caterham Seven, aunque el Elise ofrece un nivel de usabilidad diaria ligeramente superior. Es un coche que juega en su propia liga, la de los deportivos sin concesiones.
Conclusión
El Lotus Elise R es una máquina de emociones puras, un antídoto contra el aburrimiento automovilístico. Es exigente, ruidoso e impráctico para el día a día, pero para quien busca la conexión más íntima y gratificante con la carretera, no hay nada igual. No es un coche que se elige con la cabeza, sino con el corazón. Es una experiencia inolvidable que te recuerda por qué te apasiona conducir, un clásico moderno desde el día que salió de la fábrica.




