Especificaciones y análisis del Lotus Elise
Potencia
120CV
Par
168Nm
Consumo
7.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
5.7s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
831kg
Precio
38,735€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
RWD
2 / 2 puertas
115 L
38 L
88 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lotus Elise Standard · 120 CV (2002-2004)
Descripción general
El Lotus Elise del año 2000 no es simplemente un coche, es una declaración de principios. En un mundo que empezaba a rendirse al peso y la complejidad, el Elise emergió como un faro de pureza, un deportivo radicalmente ligero que prometía una conexión visceral entre el conductor, la máquina y el asfalto. Es la materialización de la filosofía de Colin Chapman: 'añade ligereza'.
Experiencia de conducción
Conducir un Elise es una experiencia que redefine el significado de 'sentir la carretera'. Cada imperfección del asfalto se transmite a través de su dirección sin asistencia, creando un diálogo constante y honesto. El motor de 120 CV, aunque modesto en cifras, ruge justo detrás de tu cabeza, empujando sus escasos 831 kg con una agilidad felina. La ausencia de filtros electrónicos te convierte en el único protagonista, exigiéndote y recompensándote a partes iguales en cada curva.
Diseño y estética
Su diseño es una obra de arte funcional. Cada línea y cada curva del Lotus Elise están esculpidas por el viento y la necesidad de ahorrar gramos. Su carrocería de fibra de vidrio envuelve un revolucionario chasis de aluminio extruido y pegado, una proeza de la ingeniería visible en su espartano habitáculo. No hay lujos, solo lo esencial para la conducción. Es un coche diminuto, bajo y con una presencia que susurra deportividad en lugar de gritarla.
Tecnología y características
La tecnología del Elise no reside en pantallas o asistencias, sino en la brillantez de su concepción. Su chasis de aluminio pegado era una innovación que proporcionaba una rigidez torsional excepcional con un peso mínimo. La suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, propia de coches de competición, y la meticulosa puesta a punto son su verdadero arsenal tecnológico. Es la inteligencia aplicada a la física del movimiento, no a la electrónica.
Competencia
Encontrar un rival directo para el Elise es una tarea compleja. Mientras que un Mazda MX-5 ofrecía diversión asequible y un Porsche Boxster más refinamiento y potencia, ninguno se acercaba a la pureza y el enfoque radical del Lotus. Su verdadero competidor era la propia idea de lo que debía ser un deportivo, situándose en un nicho único donde la ligereza era la única religión.
Conclusión
El Lotus Elise es más que un coche; es una experiencia inolvidable y una lección de ingeniería. No es un vehículo para el día a día, es un antídoto contra la conducción moderna, un objeto de culto para puristas que buscan la esencia de la velocidad y la agilidad. Poseer uno es custodiar un pedazo de historia del automovilismo, una máquina que te hará sonreír en cada curva y te recordará por qué te apasiona conducir.




