Land Rover Range Rover 3.6 TdV8 SE · 272 CV (2006-2008)

2007
Gasóleo
AWD
Automático 6v
Land Rover Range Rover - Vista 1
Land Rover Range Rover - Vista 2
Land Rover Range Rover - Vista 3
Land Rover Range Rover - Vista 4

Especificaciones y análisis del Land Rover Range Rover

Potencia

272CV

Par

640Nm

Consumo

11.3l/100

Emisiones

299g/km

0-100 km/h

9.2s

Vel. Máx.

200km/h

Peso

2723kg

Precio

81,250

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático 6v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

535 L

Depósito

105 L

Potencia

200 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima272 CV / 200 kW
Par máximo640 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito105 L
Maletero535 L

Análisis detallado del Land Rover Range Rover 3.6 TdV8 SE · 272 CV (2006-2008)

Descripción general

El Land Rover Range Rover 3.6 TdV8 de 2007 no es simplemente un coche, es una declaración de intenciones. Representa la cúspide del lujo y la capacidad todoterreno, un vehículo que te transporta a un mundo donde la elegancia británica y la fuerza bruta coexisten en perfecta armonía. Sentarse al volante es sentir que puedes conquistar cualquier camino, desde la avenida más exclusiva hasta la cima más remota, con una autoridad y una presencia inigualables.

Experiencia de conducción

Conducir este Range Rover es una experiencia imperial. El poderoso motor V8 diésel de 272 caballos empuja sus más de 2.7 toneladas con una suavidad y una contundencia que te dejan sin aliento. El inmenso par motor de 640 Nm se siente como una ola imparable que te impulsa hacia adelante sin esfuerzo aparente. Desde la elevada posición de conducción, el mundo parece más pequeño, mientras flotas sobre el asfalto gracias a una suspensión neumática que borra cualquier imperfección. Es un santuario de silencio y confort que te aísla del caos exterior, pero que ruge con poderío cuando se lo pides.

Diseño y estética

Su diseño es un icono atemporal, una fortaleza rodante esculpida con líneas maestras que combinan la robustez con una sofisticación aristocrática. Su imponente presencia no necesita adornos para comunicar estatus y poder. Al abrir la puerta, te recibe un habitáculo que es la definición del lujo clásico: cuero de la más alta calidad, maderas nobles pulidas y un espacio generoso que te acoge como el salón de una mansión inglesa. Cada detalle está pensado para el placer de los sentidos, creando una atmósfera de opulencia y bienestar.

Tecnología y características

Para su época, este vehículo era un prodigio tecnológico al servicio de la aventura y el confort. El sistema Terrain Response se sentía como pura magia, permitiendo a cualquier conductor enfrentarse a barro, nieve o rocas con la confianza de un experto, simplemente girando un dial. La suspensión neumática no solo garantizaba un viaje celestial en carretera, sino que también permitía elevar la carrocería para superar obstáculos que detendrían a cualquier otro. Era tecnología con un propósito claro: hacer posible lo imposible.

Competencia

En el olimpo de los grandes SUV de lujo, se enfrentaba a titanes como el Porsche Cayenne, el BMW X5 o el Mercedes-Benz ML. Sin embargo, ninguno lograba replicar su dualidad única. Mientras sus rivales alemanes apostaban por un comportamiento más deportivo en asfalto, el Range Rover ofrecía un nivel de capacidad todoterreno y un aura de prestigio aristocrático que lo situaban en una categoría propia. Era el único capaz de llevarte a una gala de ópera por la noche y cruzar un desierto al día siguiente con la misma elegancia y compostura.

Conclusión

El Range Rover 3.6 TdV8 es mucho más que la suma de sus partes; es una leyenda, un sueño sobre ruedas que encarna la libertad y el lujo en su máxima expresión. A pesar de su elevado consumo y de los costes de mantenimiento que exige una máquina tan compleja, su carisma es abrumador. Ofrece una experiencia de conducción tan especial y gratificante que perdona sus pecados. Es una obra de arte de la ingeniería que te hace sentir invencible, un clásico moderno cuyo legado perdura.