Especificaciones y análisis del Land Rover Range Rover
Potencia
272CV
Par
640Nm
Consumo
11.1l/100
Emisiones
294g/km
0-100 km/h
9.2s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
2723kg
Precio
90,130€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
AWD
5 / 5 puertas
535 L
105 L
200 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Land Rover Range Rover 3.6 TdV8 HSE · 272 CV (2008)
Descripción general
El Land Rover Range Rover 3.6 TdV8 HSE de 2008 no es solo un coche, es una declaración de intenciones. En una época donde los SUV de lujo comenzaban a dominar el asfalto, este modelo se erigía como el rey indiscutible, combinando un lujo palaciego con una capacidad todoterreno legendaria, todo impulsado por un imponente motor V8 diésel que susurraba poder.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante es una experiencia de dominio y aislamiento sublime. Sientes cómo sus 272 caballos mueven las casi tres toneladas de peso con una facilidad pasmosa, como si el coche flotara sobre el asfalto gracias a su suspensión neumática. El empuje del motor V8 es profundo y constante, un torrente de fuerza que te catapulta con una suavidad imperial. Es viajar en una burbuja de confort, observando el mundo desde una atalaya de cuero y madera, ajeno al estrés y al ruido exterior.
Diseño y estética
Su diseño es icónico, una obra de arte de líneas rectas y proporciones majestuosas que ha envejecido con una dignidad admirable. La silueta cuadrada, el techo flotante y la imponente parrilla frontal proyectan una imagen de poder y elegancia británica inconfundible. No necesita estridencias para llamar la atención; su mera presencia impone respeto. El interior es un santuario, un salón rodante donde cada material ha sido escogido para deleitar los sentidos y crear una atmósfera de opulencia atemporal.
Tecnología y características
Para su época, era un prodigio tecnológico. El sistema Terrain Response transformaba la conducción todoterreno en un juego de niños, adaptando motor, transmisión y suspensiones a cualquier superficie con solo girar un dial. La suspensión neumática no solo garantizaba un confort soberbio en carretera, sino que permitía elevar la carrocería para superar obstáculos que detendrían a cualquier otro vehículo. Aunque su sistema de infoentretenimiento hoy parezca anticuado, en su momento representaba la vanguardia del lujo digital.
Competencia
En el olimpo de los grandes SUV, tenía rivales de altura. El Porsche Cayenne ofrecía un comportamiento mucho más deportivo y ágil en carretera, mientras que el BMW X5 también apostaba por el dinamismo. El Mercedes-Benz GL se presentaba como una opción más espaciosa y familiar. Sin embargo, ninguno de ellos lograba conjugar como el Range Rover esa dualidad mágica: ser una limusina de lujo exquisita y, al mismo tiempo, una bestia todoterreno imparable. Era, sencillamente, inimitable en su concepto.
Conclusión
El Range Rover 3.6 TdV8 es mucho más que un vehículo; es un icono, la materialización del lujo y la aventura. Conducirlo es una experiencia emocional que te hace sentir invulnerable y especial. A pesar de sus costes de mantenimiento y su sed de combustible, el placer de gobernar una máquina tan soberbia y capaz es una recompensa inigualable. Es un clásico moderno que definió un segmento y que, aún hoy, sigue despertando una profunda admiración.




