Especificaciones y análisis del Land Rover Freelander
Potencia
111CV
Par
260Nm
Consumo
7.7l/100
Emisiones
205g/km
0-100 km/h
13.2s
Vel. Máx.
164km/h
Peso
1555kg
Precio
24,550€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
AWD
5 / 3 puertas
311 L
59 L
82 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Land Rover Freelander 3p 2.0 Td4 Sport · 111 CV (2005-2006)
Descripción general
El Land Rover Freelander 3p Sport es mucho más que un simple SUV; es la puerta de entrada al espíritu aventurero de Land Rover en un formato compacto y lleno de carisma. Lanzado en una época donde los todoterrenos empezaban a conquistar la ciudad, este modelo de 2005 se atrevió a combinar la robustez de la marca con una carrocería de tres puertas que gritaba dinamismo y juventud.
Experiencia de conducción
Al volante, el corazón del Freelander Sport late con un motor diésel Td4 de 111 caballos que, si bien no busca récords de velocidad, entrega su fuerza de 260 Nm desde muy bajas vueltas. Esto se traduce en una respuesta contundente y una sensación de control total, especialmente cuando el asfalto desaparece. Su tracción total permanente te invita a explorar sin miedo, mientras que la caja de cambios manual de cinco velocidades te conecta de forma pura y directa con la mecánica. Es un coche que se siente sólido, aplomado y siempre listo para la próxima aventura.
Diseño y estética
Su estética es una declaración de intenciones. La carrocería de tres puertas le confiere una silueta única, musculosa y compacta, que se ve realzada por el acabado Sport y unas imponentes llantas de 18 pulgadas. Es inconfundiblemente un Land Rover, con su capó elevado y sus líneas rectas, pero con un toque de rebeldía que lo diferencia. Por dentro, el ambiente es funcional y robusto, un espacio diseñado para durar y para ser el puesto de mando desde el que dominar cualquier camino.
Tecnología y características
Tecnológicamente, el Freelander se anclaba en la robustez probada de su tiempo. El motor Td4 con inyección common-rail y turbo de geometría variable era una pieza de ingeniería solvente para la época. Su mayor baza tecnológica es el sistema de tracción integral permanente, un legado directo de sus hermanos mayores que garantiza una motricidad excepcional en condiciones difíciles. El resto del conjunto es deliberadamente sencillo, apostando por una fiabilidad mecánica que el conductor puede sentir y entender.
Competencia
En su momento, se enfrentó a una competencia feroz por parte de modelos como el Toyota RAV4, el Honda CR-V o el Nissan X-Trail. Mientras sus rivales japoneses destacaban por su fiabilidad y enfoque más asfáltico, el Freelander jugaba en otra liga. Ofrecía el prestigio de un emblema legendario y unas capacidades fuera de carretera que la mayoría de sus competidores solo podían soñar, posicionándose como una opción más pasional y aspiracional.
Conclusión
El Land Rover Freelander 3p Sport es un vehículo para el corazón. No es el más rápido, ni el más eficiente, ni el más moderno, pero posee un alma y un carácter que enamoran. Es la elección perfecta para quien busca un compañero versátil, capaz de moverse con agilidad por la ciudad y de transformarse en un auténtico explorador durante el fin de semana. Es un pedazo de la historia de Land Rover que sigue girando cabezas a su paso.




