Especificaciones y análisis del Land Rover Freelander
Potencia
111CV
Par
260Nm
Consumo
8.6l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
15.3s
Vel. Máx.
161km/h
Peso
-kg
Precio
24,551€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 5v
AWD
5 / 3 puertas
473 L
59 L
82 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Land Rover Freelander 3p 2.0 Td4 Base Steptronic · 111 CV (2000-2001)
Descripción general
El Land Rover Freelander de primera generación fue un pionero, un vehículo que se atrevió a combinar la legendaria capacidad todoterreno de la marca con un formato compacto y civilizado para el día a día. Esta versión con el motor diésel Td4 y cambio automático Steptronic representaba un equilibrio casi perfecto entre aventura y confort, un sueño de libertad accesible que te susurraba al oído que cualquier camino era posible.
Experiencia de conducción
Conducir este Freelander es un viaje en el tiempo. El motor Td4 de 111 caballos, aunque modesto en cifras, empuja con una contundencia honesta gracias a su generoso par desde bajas vueltas. No es un coche rápido, su aceleración es pausada, pero transmite una sensación de robustez y dominio inigualable. La suspensión filtra las irregularidades con una suavidad que te aísla del mundo, mientras la tracción total permanente te da la confianza para abandonar el asfalto sin dudarlo. Es una experiencia de conducción pura, mecánica y conectada con el entorno.
Diseño y estética
El diseño del Freelander de 3 puertas es un icono de optimismo y aventura. Sus proporciones compactas, la rueda de repuesto colgada en el portón trasero y su postura elevada le confieren una personalidad arrolladora que ha envejecido con una dignidad admirable. Cada línea evoca un espíritu lúdico y funcional, un todoterreno con el encanto de un coche juvenil que no teme ensuciarse. Es un diseño que no pasa de moda porque apela directamente a la emoción.
Tecnología y características
Para su época, el Freelander estaba bien equipado. El motor Td4 con inyección common-rail era un gran avance en refinamiento y eficiencia. Su sistema de tracción total permanente y el control de descenso de pendientes (HDC) eran tecnologías heredadas de sus hermanos mayores que le otorgaban una capacidad fuera de carretera sorprendente sin la complejidad de una reductora. La caja de cambios automática Steptronic añadía un toque de lujo y versatilidad, permitiendo una conducción relajada o un control más directo. Era tecnología al servicio de la aventura, no del entretenimiento.
Competencia
A principios de los 2000, el Freelander se enfrentaba a duros competidores japoneses como el Toyota RAV4 y el Honda CR-V, que a menudo le superaban en fiabilidad y comportamiento en carretera. También luchaba contra el Suzuki Grand Vitara, más rudo y tradicional. Sin embargo, el Freelander jugaba en otra liga emocional. Ofrecía el prestigio del emblema Land Rover, un diseño con alma británica y un equilibrio entre confort en asfalto y auténtica destreza en campo que sus rivales no podían igualar.
Conclusión
El Land Rover Freelander 2.0 Td4 es mucho más que un simple SUV; es un clásico moderno que captura la esencia de una época. Es un coche que te invita a vivir, a explorar y a sentir la conducción de una forma auténtica. A pesar de que su tecnología y prestaciones han sido superadas, su carácter, su capacidad y el vínculo emocional que crea con quien lo conduce son atemporales. Es una máquina de crear recuerdos, un fiel compañero para aquellos que valoran el viaje por encima del destino.




