Especificaciones y análisis del Lancia Z
Potencia
136CV
Par
190Nm
Consumo
9.7l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.8s
Vel. Máx.
183km/h
Peso
1700kg
Precio
31,072€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
7 / - puertas
340 L
80 L
100 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lancia Z 2.0 16v LX 5 plazas Comfortronic · 136 CV (2001-2002)
Descripción general
El Lancia Z representa la visión italiana del monovolumen familiar de principios de siglo. No es solo un vehículo para transportar a la familia, es una declaración de estilo y confort, un salón rodante diseñado para que cada viaje, largo o corto, se sienta como una ocasión especial. Nacido de una colaboración europea, Lancia supo imprimir su sello de distinción y elegancia en un segmento eminentemente práctico.
Experiencia de conducción
Al volante, el Lancia Z te envuelve en una atmósfera de tranquilidad. Sus 136 caballos, entregados de forma suave por el motor de dos litros, no buscan récords de velocidad, sino mover con soltura y refinamiento su considerable carrocería. La transmisión automática 'Comfortronic' de cuatro velocidades es una oda a la conducción relajada, ideal para devorar kilómetros en autopista sin estrés. Es un coche que invita a disfrutar del paisaje y de la compañía, donde el verdadero lujo es el espacio y la serenidad.
Diseño y estética
Su diseño es un ejercicio de equilibrio entre funcionalidad y belleza. Las líneas fluidas y la amplia superficie acristalada maximizan la sensación de espacio y luminosidad interior. Aunque comparte plataforma con sus hermanos de Citroën, Peugeot y Fiat, el Lancia Z se distingue por detalles que evocan elegancia, como su calandra cromada y unos acabados interiores más cuidados. Es la prueba de que un vehículo familiar puede ser práctico sin renunciar a la sofisticación italiana.
Tecnología y características
La tecnología del Lancia Z estaba al servicio del confort. El mayor exponente era su caja de cambios automática, que buscaba simplificar la vida a bordo en el tráfico urbano y en largos trayectos. El motor de 16 válvulas era una mecánica probada y fiable, mientras que el chasis, con una suspensión orientada a la comodidad, filtraba las irregularidades del asfalto con eficacia. No era un coche de vanguardia tecnológica, sino un compendio de soluciones pensadas para hacer la vida más fácil y placentera a sus ocupantes.
Competencia
En un mercado dominado por los grandes monovolúmenes, el Lancia Z se enfrentó a una dura competencia. Sus rivales más directos eran sus propios parientes del proyecto Eurovan: el Peugeot 806, el Citroën Evasion y el Fiat Ulysse. Fuera de esa familia, tuvo que medirse con gigantes del segmento como el Renault Espace, el Chrysler Voyager, el Ford Galaxy y el Volkswagen Sharan, cada uno con sus propios argumentos, pero pocos con el encanto distintivo de Lancia.
Conclusión
El Lancia Z es más que un simple monovolumen; es el recuerdo de una época en la que viajar en familia era un acontecimiento. Supo combinar como pocos la versatilidad y el espacio de un vehículo de siete plazas con un alma genuinamente Lancia, llena de confort y elegancia. Hoy es una elección para nostálgicos y para quienes entienden que el verdadero placer de conducir no siempre reside en la velocidad, sino en la calidad del tiempo compartido en el camino.




