Lancia Phedra 2.2 16V JTD Emblema 6 vel. · 128 CV (2004-2006)

2003
Gasóleo
FWD
Manual 6v
Lancia Phedra - Vista 1
Lancia Phedra - Vista 2
Lancia Phedra - Vista 3
Lancia Phedra - Vista 4

Especificaciones y análisis del Lancia Phedra

Potencia

128CV

Par

314Nm

Consumo

7.3l/100

Emisiones

199g/km

0-100 km/h

12.6s

Vel. Máx.

180km/h

Peso

1858kg

Precio

34,105

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 6v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

324 L

Depósito

80 L

Potencia

94 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima128 CV / 94 kW
Par máximo314 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito80 L
Maletero324 L

Análisis detallado del Lancia Phedra 2.2 16V JTD Emblema 6 vel. · 128 CV (2004-2006)

Descripción general

El Lancia Phedra de 2003 emerge como una declaración de intenciones, un monovolumen que se niega a ser simplemente un vehículo práctico. Nacido de la colaboración entre Fiat y PSA, Lancia infundió su alma, creando un espacio rodante donde el lujo italiano y la funcionalidad familiar se dan la mano, prometiendo viajes que van más allá del mero desplazamiento.

Experiencia de conducción

Al volante, el Phedra no busca la adrenalina, sino la serenidad. Su motor 2.2 JTD de 128 CV, con un generoso par de 314 Nm, mueve el conjunto con una suavidad y solvencia encomiables. Es un devorador de kilómetros nato, donde la sexta marcha y su enorme depósito de 80 litros invitan a perderse en el horizonte. La suspensión prioriza el confort, filtrando las imperfecciones y convirtiendo cada trayecto en una experiencia relajada y placentera, como viajar en un salón rodante.

Diseño y estética

Visualmente, el Phedra se distingue con una elegancia innata. Su frontal, presidido por la calandra de Lancia, y sus líneas fluidas lo alejan de la estética puramente funcional de sus rivales. Pero es en su interior donde la magia ocurre: un habitáculo bañado en luz, con materiales nobles como el Alcantara, y un salpicadero de diseño único con la instrumentación central, que crea una atmósfera de sofisticación y amplitud que envuelve a los ocupantes.

Tecnología y características

Para su época, el Phedra ofrecía un equipamiento notable. El motor diésel de inyección directa por conducto común era una tecnología avanzada que aseguraba un buen rendimiento y consumos contenidos. A bordo, elementos como las puertas laterales eléctricas, el climatizador multizona o los sistemas de navegación opcionales buscaban maximizar el confort y la conveniencia, mientras que un completo equipamiento de seguridad velaba por la protección de toda la familia.

Competencia

Sus competidores más directos son sus propios hermanos de plataforma: el Peugeot 807, el Citroën C8 y el Fiat Ulysse, con los que compartía estructura pero no espíritu. El Phedra siempre jugó en una liga ligeramente superior en cuanto a acabados y percepción de lujo. Más allá, se enfrentaba a gigantes del segmento como el Renault Espace, el Ford Galaxy o el Volkswagen Sharan, frente a los cuales el Lancia oponía su inconfundible estilo y refinamiento italiano.

Conclusión

El Lancia Phedra fue más que un monovolumen; fue un manifiesto sobre ruedas que demostraba que un coche familiar no tiene por qué renunciar al estilo ni al placer de viajar. Representa una opción única para quienes buscan espacio y versatilidad sin sacrificar la elegancia y el confort. Es un clásico moderno que apela a la emoción, un refugio de lujo para la aventura familiar.