Especificaciones y análisis del Lancia Phedra
Potencia
128CV
Par
314Nm
Consumo
7.4l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
12.6s
Vel. Máx.
182km/h
Peso
1858kg
Precio
34,010€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
324 L
80 L
94 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lancia Phedra 2.2 16V JTD Executive · 128 CV (2004-2005)
Descripción general
El Lancia Phedra de 2003 no es un monovolumen cualquiera; es la interpretación italiana del lujo y el espacio familiar. Nacido de una colaboración europea, Lancia infundió en este vehículo un alma distinguida, ofreciendo a las familias una forma de viajar con una elegancia y un confort que trascendían lo puramente funcional. Era un salón rodante diseñado para devorar kilómetros sin renunciar al estilo.
Experiencia de conducción
Al volante, el Phedra transmite una sensación de serenidad y poderío tranquilo. Su motor JTD de 128 caballos, con un generoso par motor desde bajas vueltas, mueve el conjunto con una soltura sorprendente, invitando a viajes largos y relajados. No busca la aceleración fulgurante, sino el confort de marcha supremo. La suspensión filtra las irregularidades con maestría y su aplomo en carretera te hace sentir que viajas en una alfombra mágica, aislado del estrés del mundo exterior.
Diseño y estética
El diseño es su gran carta de presentación. Mientras sus hermanos de proyecto apostaban por la funcionalidad, el Phedra se vestía de gala con la icónica calandra de Lancia, detalles cromados y una elegancia innata. Por dentro, el flechazo es instantáneo: un salpicadero simétrico con la instrumentación central, materiales de alta calidad como el Alcántara o el cuero, y una luminosidad que crea una atmósfera acogedora y lujosa. Las puertas traseras correderas son un prodigio de practicidad que se integra con una sofisticación sublime.
Tecnología y características
Para su época, el Phedra Executive era un escaparate tecnológico. Más allá del motor common-rail, ofrecía elementos de confort avanzados como un sistema de climatización trizona o un sistema de navegación integrado que te guiaba por Europa. La seguridad era primordial, con un arsenal de airbags y sistemas de control de estabilidad que protegían a lo más valioso: tu familia. Era la tecnología puesta al servicio del bienestar y la tranquilidad a bordo.
Competencia
En el concurrido segmento de los grandes monovolúmenes, el Phedra se enfrentaba a rivales formidables como el Renault Espace, el Volkswagen Sharan o el Ford Galaxy. Sin embargo, sus competidores más directos eran sus propios parientes, el Peugeot 807 y el Citroën C8. Frente a todos ellos, el Lancia Phedra jugaba una carta única: la del lujo, el refinamiento y un diseño con sabor inconfundiblemente italiano, posicionándose como la opción más exclusiva y emocional.
Conclusión
El Lancia Phedra 2.2 JTD es mucho más que un vehículo familiar; es una declaración de intenciones. Representa la creencia de que la practicidad no tiene por qué estar reñida con la belleza y el placer de viajar. Es un coche con corazón, pensado para quienes valoran tanto el destino como el propio trayecto. Aunque el tiempo ha pasado, su encanto perdura como un recordatorio de una época en la que Lancia se atrevía a soñar con salones rodantes llenos de estilo.




