Especificaciones y análisis del Lancia Phedra
Potencia
107CV
Par
270Nm
Consumo
7.2l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
13.4s
Vel. Máx.
174km/h
Peso
1811kg
Precio
28,540€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
324 L
80 L
79 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lancia Phedra 2.0 16V JTD · 107 CV (2004-2006)
Descripción general
El Lancia Phedra de 2003 no es un monovolumen cualquiera; es la interpretación italiana del lujo y el confort familiar. Nacido de la colaboración entre el grupo Fiat y PSA, el Phedra se erige como una declaración de estilo, un vehículo diseñado para transformar cada viaje en una experiencia placentera y distinguida, lejos de la funcionalidad austera de sus competidores.
Experiencia de conducción
Al volante, el Phedra envuelve en una atmósfera de serenidad. Su motor 2.0 JTD de 107 CV, aunque modesto en cifras, mueve el conjunto con una suavidad sorprendente, priorizando un crucero relajado en autopista sobre aceleraciones fulgurantes. La suspensión filtra las imperfecciones con maestría, creando la sensación de flotar sobre el asfalto. Es un auténtico salón rodante, donde el silencio y el espacio invitan a devorar kilómetros sin fatiga.
Diseño y estética
El diseño del Phedra es pura elegancia italiana. Sus líneas fluidas y su frontal, presidido por la imponente calandra de Lancia, lo alejan de la estética cúbica de otros monovolúmenes. Por dentro, el espectáculo continúa con un habitáculo que respira calidad y buen gusto. La instrumentación central libera el campo de visión del conductor, mientras que los materiales nobles y la amplitud de las superficies acristaladas crean un ambiente luminoso y acogedor que te hace sentir especial.
Tecnología y características
Para su época, el Phedra ofrecía un equipamiento tecnológico centrado en el confort supremo. Las puertas laterales correderas eléctricas eran una bendición para el acceso en espacios reducidos, mientras que el climatizador automático multizona aseguraba una temperatura ideal para cada pasajero. Elementos como el control de crucero y un sistema de navegación opcional hacían de los largos trayectos una tarea sencilla, demostrando que la tecnología estaba al servicio de la experiencia de viaje.
Competencia
En el concurrido segmento de los grandes monovolúmenes, el Phedra se enfrentaba a sus propios hermanos, el Peugeot 807 y el Citroën C8, con los que compartía plataforma. Sin embargo, su verdadero campo de batalla era contra titanes como el Renault Espace, el Ford Galaxy o el Volkswagen Sharan. Frente a ellos, el Lancia no competía en deportividad, sino en exclusividad y refinamiento, ofreciendo un nivel de lujo que era difícil de encontrar en la competencia.
Conclusión
El Lancia Phedra es mucho más que un vehículo familiar; es una elección emocional. Es para quien busca la máxima practicidad sin renunciar al estilo y al placer de viajar en un entorno cuidado y lujoso. Aunque sus prestaciones no deslumbran, su capacidad para hacer sentir a sus ocupantes como en primera clase es su mayor virtud. Un coche con alma, que recuerda una época en la que Lancia era sinónimo de elegancia.




