Especificaciones y análisis del Lancia K
Potencia
204CV
Par
270Nm
Consumo
12.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
9.8s
Vel. Máx.
220km/h
Peso
1515kg
Precio
42,672€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 2 puertas
505 L
70 L
150 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Lancia K 3.0 Comfortronic Coupé · 204 CV (2000-2001)
Descripción general
El Lancia K Coupé es la encarnación de una elegancia italiana que ya no existe, un gran turismo incomprendido en su tiempo pero hoy venerado por su audacia. Lanzado a finales de los 90, este coche representaba el canto de cisne de una Lancia que aún se atrevía a crear vehículos con alma, combinando el confort de una berlina de lujo con la distinción de un coupé de dos puertas y el corazón de un glorioso motor V6.
Experiencia de conducción
Conducir el K Coupé es una experiencia que envuelve los sentidos. El motor V6 de 3.0 litros y 204 caballos no busca la brutalidad, sino una entrega de potencia suave y melódica, un torrente de fuerza que te empuja con la nobleza de un verdadero gran turismo. La caja automática 'Comfortronic' de 4 velocidades prioriza el confort sobre la rapidez, invitando a devorar kilómetros de autopista con una serenidad imperial. El sonido del motor es adictivo, una sinfonía mecánica que te recuerda por qué amas los coches.
Diseño y estética
Su diseño es una declaración de intenciones, una obra del Centro Stile Lancia que polarizó opiniones. Comparte el frontal con la berlina, pero su zaga es única, personalísima y audaz. La batalla acortada y las ventanillas sin marco le confieren una silueta musculosa y a la vez refinada. No es un coche convencionalmente bello como algunos de sus rivales, pero posee un carácter y una presencia magnética que el tiempo solo ha sabido engrandecer. Es una escultura rodante que no deja a nadie indiferente.
Tecnología y características
Tecnológicamente, el K Coupé era un reflejo de su época. Su chasis con suspensión McPherson en ambos ejes buscaba un equilibrio entre confort y dinamismo, aunque claramente inclinado hacia lo primero. El motor V6, una joya de la ingeniería, se asociaba a una transmisión automática que, si bien cumplidora, no era la más avanzada. El equipamiento incluía lujos como la tapicería de Alcantara o cuero Poltrona Frau, centrando la experiencia más en el bienestar a bordo que en la vanguardia tecnológica.
Competencia
En su momento, se enfrentó a titanes del segmento como el Mercedes-Benz CLK, un símbolo de estatus y fiabilidad, y al aclamado Peugeot 406 Coupé, diseñado por Pininfarina y considerado uno de los coches más bellos de la historia. También competía con el BMW Serie 3 Coupé (E46), que ofrecía un enfoque mucho más deportivo. El Lancia jugaba en su propia liga, la de la exclusividad y el carácter latino, para un cliente que buscaba diferenciarse por encima de todo.
Conclusión
El Lancia K Coupé es mucho más que un coche; es una pieza de coleccionista, una joya rara para quien valora la originalidad y el alma por encima de las prestaciones puras. Es un vehículo que exige ser entendido y cuidado, pero que recompensa con una experiencia de conducción llena de carisma y distinción. Adquirir uno hoy es un acto de pasión, una forma de preservar el legado de una marca legendaria y de disfrutar de un automóvil con una personalidad arrolladora.




