KTM X-Bow Clubsport · 241 CV (2009-2010)

2009
Gasolina
RWD
Manual 6v
KTM X-Bow - Vista 1
KTM X-Bow - Vista 2
KTM X-Bow - Vista 3
KTM X-Bow - Vista 4

Especificaciones y análisis del KTM X-Bow

Potencia

241CV

Par

310Nm

Consumo

7.9l/100

Emisiones

189g/km

0-100 km/h

3.9s

Vel. Máx.

220km/h

Peso

927kg

Precio

77,060

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

RWD

Plazas

2 / - puertas

Maletero

- L

Depósito

40 L

Potencia

177 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima241 CV / 177 kW
Par máximo310 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito40 L
Maletero0 L

Análisis detallado del KTM X-Bow Clubsport · 241 CV (2009-2010)

Descripción general

El KTM X-Bow no es simplemente un coche, es una declaración de intenciones. La legendaria marca de motocicletas se lanzó al asfalto de cuatro ruedas con una creación radical, un vehículo nacido por y para el placer de conducir en su estado más puro. Es la esencia de un coche de carreras homologado para la calle, una máquina que te conecta directamente con el asfalto y la velocidad.

Experiencia de conducción

Ponerse a los mandos del X-Bow es una sobrecarga sensorial. La aceleración de 0 a 100 km/h en 3.9 segundos te aplasta contra el asiento, una patada brutal gracias a sus escasos 927 kg y 241 CV. Sin parabrisas, sin techo, sin ayudas electrónicas; sientes el viento, escuchas el rugido del motor turbo justo detrás de tu cabeza y percibes cada imperfección de la carretera a través de la dirección. Es una experiencia visceral, cruda y adictiva que redefine el significado de la palabra emoción al volante.

Diseño y estética

Su diseño es la honestidad hecha forma. No hay un solo panel que no cumpla una función aerodinámica o estructural. El chasis monocasco de fibra de carbono queda expuesto, una obra de arte de la ingeniería que grita competición. Con sus suspensiones a la vista y su silueta afilada, parece un insecto futurista o un monoplaza de circuito. No busca ser bonito, busca ser devastadoramente eficaz, y en esa pureza funcional reside su magnética belleza.

Tecnología y características

La tecnología del X-Bow no se encuentra en pantallas táctiles, sino en su alma de competición. El corazón es su chasis monocasco de carbono, un componente exótico reservado para superdeportivos de élite. El motor, un fiable 2.0 TFSI de origen Audi, ofrece un rendimiento explosivo y un par contundente desde bajas vueltas. Todo, desde la suspensión de paralelogramo deformable hasta los frenos de alto rendimiento, está enfocado en un único objetivo: ser lo más rápido y ligero posible.

Competencia

Encontrar un rival directo para el X-Bow es una tarea compleja, ya que vive en su propio universo de extremismo. Vehículos como el Lotus Elise o el Caterham Seven se acercan en filosofía, pero el KTM lleva la pureza a otro nivel. Sus verdaderos competidores son máquinas igualmente radicales como el Ariel Atom o el Radical SR3, coches que sacrifican cualquier atisbo de confort en el altar de las prestaciones y las sensaciones puras de circuito.

Conclusión

El KTM X-Bow es una experiencia inolvidable y una de las máquinas de conducción más puras jamás creadas. No es un coche para el día a día, es un antídoto contra el aburrimiento, un arma de fin de semana que te recompensa con una dosis de adrenalina inigualable. Es un vehículo exigente que pide ser pilotado, no conducido, y a cambio ofrece una conexión hombre-máquina que muy pocos coches en el mundo pueden igualar.