KIA Shuma 1.8 16V GS · 110 CV (1998-2001)

1999
Gasolina
FWD
Manual 5v

Especificaciones y análisis del KIA Shuma

Potencia

110CV

Par

152Nm

Consumo

9.1l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

-s

Vel. Máx.

196km/h

Peso

1215kg

Precio

12,014

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

440 L

Depósito

50 L

Potencia

81 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima110 CV / 81 kW
Par máximo152 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito50 L
Maletero440 L

Análisis detallado del KIA Shuma 1.8 16V GS · 110 CV (1998-2001)

Descripción general

El KIA Shuma de 1999 es más que un coche; es el recuerdo de una época en la que KIA se abría paso en Europa con una propuesta honesta y sin complejos. Representa el sueño de muchas familias de acceder a un vehículo espacioso y versátil, un compañero fiel para el día a día que prometía fiabilidad a un precio terrenal.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del Shuma es un viaje a la conducción analógica. Su motor de 1.8 litros y 110 caballos empuja con una franqueza que hoy echamos de menos, sin filtros ni modos de conducción. El cambio manual de 5 velocidades te conecta directamente con la mecánica, y aunque no es un deportivo, su velocidad máxima de 196 km/h demuestra una solvencia sorprendente. Es un coche que te habla, que te hace sentir cada kilómetro del camino.

Diseño y estética

Su diseño es una cápsula del tiempo de finales de los 90. Con líneas suaves y una silueta de cinco puertas que prioriza la funcionalidad sobre la extravagancia, el Shuma tiene un encanto discreto. No buscaba girar cabezas, sino ser un refugio práctico y cómodo para sus ocupantes, con un enorme maletero de 440 litros que susurraba aventuras familiares.

Tecnología y características

La tecnología del Shuma era la de su tiempo: sencilla, robusta y centrada en lo esencial. No encontrarás pantallas táctiles ni asistencias complejas. En su lugar, ofrece una mecánica probada como la inyección indirecta y un chasis con suspensión McPherson en ambos ejes. Su corazón tecnológico reside en la simplicidad, una filosofía que garantizaba que las visitas al taller fueran pocas y predecibles.

Competencia

En un mercado muy competido, el Shuma se medía con gigantes como el SEAT Toledo, el Ford Focus de primera generación o el Opel Astra. Mientras sus rivales europeos a menudo presumían de más refinamiento o tecnología, el KIA jugaba sus cartas con maestría: un espacio interior generoso, un equipamiento correcto y, sobre todo, un precio que lo convertía en la elección inteligente para muchos.

Conclusión

El KIA Shuma no es un coche que figure en los pósteres de ensueño, pero ocupa un lugar especial en el corazón de quienes lo vivieron. Fue un pilar fundamental en la construcción de la KIA que conocemos hoy, un vehículo humilde pero capaz que cumplió su promesa con creces. Es el testimonio de que un gran coche no se mide por su lujo, sino por los recuerdos y la libertad que es capaz de generar.