Especificaciones y análisis del Jaguar X-Type
Potencia
131CV
Par
330Nm
Consumo
5.8l/100
Emisiones
154g/km
0-100 km/h
10.2s
Vel. Máx.
198km/h
Peso
1575kg
Precio
37,200€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
445 L
62 L
96 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Jaguar X-Type Wagon 2.0D Executive · 131 CV (2003-2008)
Descripción general
El Jaguar X-Type Wagon 2.0D Executive de 2004 es una propuesta interesante para quienes buscan un familiar con un toque de distinción. Aunque comparte plataforma con el Ford Mondeo, Jaguar se esforzó por imprimirle su sello de lujo y elegancia. Este modelo, con su motor diésel de 131 CV, prometía una combinación de eficiencia y el refinamiento que se espera de la marca británica, todo ello en un formato más práctico.
Experiencia de conducción
Al volante del X-Type Wagon 2.0D, la sensación es de confort y aplomo. El motor diésel, aunque no es un derroche de potencia, entrega sus 131 CV de forma suave y progresiva, con un par motor de 330 Nm disponible desde bajas revoluciones (1800 rpm) que facilita los adelantamientos y la conducción en carretera. La caja de cambios manual de 5 velocidades es precisa y contribuye a una experiencia de conducción agradable. La suspensión, tipo McPherson delante y paralelogramo deformable detrás, absorbe bien las irregularidades del terreno, ofreciendo un buen equilibrio entre comodidad y estabilidad. La dirección, aunque no es la más comunicativa, cumple su función con corrección. En general, es un coche que invita a viajar con tranquilidad, sin grandes pretensiones deportivas, pero con la seguridad de un buen comportamiento dinámico.
Diseño y estética
El diseño del Jaguar X-Type Wagon es una de sus grandes bazas. A pesar de su origen compartido, Jaguar logró dotarlo de una estética inconfundiblemente propia. La silueta familiar se integra armoniosamente con los rasgos clásicos de la marca: la parrilla ovalada, los faros dobles y las líneas fluidas que evocan elegancia. El acabado Executive añade detalles que realzan su carácter premium. Es un coche que, incluso hoy, sigue atrayendo miradas por su distinción y su aire atemporal. El interior, aunque con algunos plásticos que delatan su edad, mantiene un ambiente acogedor y bien rematado, con asientos cómodos y una buena ergonomía.
Tecnología y características
En 2004, la tecnología del Jaguar X-Type Wagon 2.0D Executive era competitiva para su segmento. Bajo el capó, encontramos un motor diésel de 1998 cc con inyección directa por conducto común, turbo de geometría variable e intercooler, lo que le permitía alcanzar 131 CV y un consumo combinado de 5.8 l/100km, cifras muy razonables para la época. La transmisión manual de 5 velocidades era la opción estándar. En cuanto a seguridad, contaba con frenos de disco ventilados delanteros y discos traseros, y suspensiones bien resueltas para un buen agarre. Si bien no incorporaba las últimas innovaciones de conectividad actuales, su equipamiento de confort y seguridad era el esperado en un vehículo de su categoría y precio.
Competencia
En su momento, el Jaguar X-Type Wagon 2.0D Executive se enfrentaba a duros competidores en el segmento de los familiares premium. Entre sus principales rivales se encontraban modelos como el BMW Serie 3 Touring, el Audi A4 Avant y el Mercedes-Benz Clase C Estate. Estos vehículos ofrecían una imagen de marca consolidada y, en algunos casos, una gama de motores más amplia o tecnologías más avanzadas. Sin embargo, el X-Type se distinguía por su diseño más clásico y su enfoque en el confort y la elegancia británica, ofreciendo una alternativa con un carácter propio y distintivo.
Conclusión
El Jaguar X-Type Wagon 2.0D Executive de 2004 es un coche que, a pesar de sus años, sigue siendo una opción atractiva para quienes valoran la elegancia, el confort y un toque de exclusividad en un formato familiar. Su motor diésel ofrece un buen equilibrio entre prestaciones y consumo, y su diseño atemporal lo mantiene vigente. Si bien no es el más deportivo ni el más tecnológico de su segmento, su encanto reside en su capacidad para ofrecer una experiencia de conducción relajada y distinguida. Es un vehículo que, con un mantenimiento adecuado, puede seguir brindando muchas satisfacciones a sus propietarios.