Especificaciones y análisis del Honda CR-V
Potencia
120CV
Par
300Nm
Consumo
4.5l/100
Emisiones
119g/km
0-100 km/h
11.2s
Vel. Máx.
182km/h
Peso
1541kg
Precio
27,200€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
5 / 5 puertas
589 L
58 L
88 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Honda CR-V 1.6 i-DTEC 2WD Elegance · 120 CV (2013-2015)
Descripción general
El Honda CR-V de 2013 con el motor 1.6 i-DTEC no es solo un SUV más; es la respuesta inteligente de Honda a una era que demandaba eficiencia sin sacrificar espacio. Representa la madurez de un modelo icónico, ofreciendo un corazón diésel más pequeño y frugal, pensado para las familias europeas que buscan un compañero de viaje fiable, espacioso y sensato.
Experiencia de conducción
Al volante, el CR-V transmite una profunda sensación de calma y control. Sus 120 caballos y 300 Nm de par mueven el conjunto con una suavidad sorprendente, sin vibraciones y con un consumo ridículamente bajo. No busca arrancadas fulgurantes, sino ofrecer un viaje sereno y confortable. La suspensión filtra las imperfecciones con maestría y el cambio manual de seis velocidades es preciso y agradable, convirtiendo cada trayecto en una experiencia relajada y predecible.
Diseño y estética
Su diseño es una declaración de intenciones donde la función triunfa sobre la forma. Las líneas exteriores, robustas y con una zaga muy personal, envuelven un interior que es una oda al espacio y la practicidad. El maletero de 589 litros es simplemente cavernoso y el habitáculo está lleno de soluciones inteligentes para hacer la vida a bordo más fácil. No enamora por su audacia estética, sino por la inteligencia y la amplitud que regala a sus ocupantes.
Tecnología y características
La tecnología del CR-V Elegance de 2013 es discreta pero efectiva, centrada en lo esencial. El sistema Start-Stop subraya su compromiso con la eficiencia, mientras que la instrumentación clara y la conectividad básica cumplen su función sin distracciones. La verdadera proeza tecnológica reside bajo el capó, en un motor diésel de aluminio que fue una referencia en su momento por su equilibrio entre rendimiento y consumo.
Competencia
En un mercado competido con gigantes como el Nissan Qashqai, el Ford Kuga o el Volkswagen Tiguan, el Honda CR-V se distinguía por una baza casi imbatible: su increíble modularidad y espacio interior. Mientras otros apostaban por un diseño más deportivo o más tecnología aparente, el CR-V ofrecía un santuario de pragmatismo y fiabilidad, un valor seguro frente a las modas pasajeras.
Conclusión
Este Honda CR-V no es un coche que se compra con el corazón desbocado, sino con la cabeza y el alma en paz. Es la elección racional para quien valora la durabilidad, el espacio y la eficiencia por encima de todo. Es un vehículo que no te fallará, un refugio rodante que cumple sus promesas sin estridencias, convirtiéndose en una pieza fundamental y silenciosamente perfecta en el engranaje de la vida familiar.




