Honda CR-V 2.0i DOHC 4x4 · 147 CV (1997-2002)

1996
Gasolina
AWD
Manual 5v
Honda CR-V - Vista 1
Honda CR-V - Vista 2
Honda CR-V - Vista 3
Honda CR-V - Vista 4

Especificaciones y análisis del Honda CR-V

Potencia

147CV

Par

182Nm

Consumo

9.7l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.5s

Vel. Máx.

177km/h

Peso

1490kg

Precio

23,860

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

AWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

444 L

Depósito

58 L

Potencia

108 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima147 CV / 108 kW
Par máximo182 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito58 L
Maletero444 L

Análisis detallado del Honda CR-V 2.0i DOHC 4x4 · 147 CV (1997-2002)

Descripción general

El Honda CR-V de 1996 no es solo un coche, es el amanecer de una nueva era. Fue uno de los pioneros que definió el segmento de los SUV compactos, una audaz propuesta que fusionaba la comodidad de un turismo familiar con la versatilidad y el espíritu aventurero de un todoterreno ligero. Su llegada al mercado fue una revelación, un vehículo pensado para el día a día pero siempre listo para escapar de la rutina.

Experiencia de conducción

Conducir este CR-V es una experiencia analógica y profundamente gratificante. Su motor de 2.0 litros y 147 caballos sube de vueltas con una alegría contagiosa, un rasgo inconfundible de los motores Honda de la época. El cambio manual de 5 velocidades te conecta directamente con la mecánica, mientras que la suspensión independiente en las cuatro ruedas, un lujo en su categoría, absorbe las irregularidades con una compostura sorprendente. No es un deportivo, pero su agilidad y confort en carretera te envuelven en una sensación de control y confianza, sabiendo que su tracción 4x4 'Real Time' actuará discretamente si el asfalto se complica.

Diseño y estética

El diseño del primer CR-V es un canto a la funcionalidad y la inteligencia. Sus formas cuadradas, pero amables, esconden un interior increíblemente espacioso y versátil. Detalles como el portón trasero de apertura lateral con la rueda de repuesto colgada o la mítica mesa de picnic integrada en el suelo del maletero no son simples accesorios, son la prueba de un diseño pensado por y para las personas. Es una estética honesta y sin pretensiones que ha envejecido con una dignidad admirable.

Tecnología y características

Aunque hoy pueda parecer sencillo, en su momento el CR-V estaba a la vanguardia. Su motor DOHC fabricado en aluminio era moderno y eficiente. La verdadera joya era su sistema de tracción total 'Real Time 4WD', que se activaba de forma automática sin intervención del conductor, aportando un plus de seguridad pasiva. Pero la clave de su excelente comportamiento fue heredar el esquema de suspensiones de doble horquilla de los turismos de Honda, una solución técnica muy superior a la de sus rivales que le otorgaba un confort de marcha excepcional.

Competencia

A finales de los 90, el CR-V se enfrentó a competidores como el Toyota RAV4, que ofrecía un enfoque ligeramente más compacto y deportivo, o el Suzuki Vitara, más rudo y campero. Sin embargo, el Honda supo encontrar su propio espacio. Ninguno de sus rivales podía igualar su increíble habitabilidad, su confort de marcha similar al de una berlina y, sobre todo, la legendaria fiabilidad que se asociaba a la marca japonesa, convirtiéndolo en la opción más racional y duradera.

Conclusión

El Honda CR-V de primera generación es mucho más que un SUV clásico; es un icono que representa una forma inteligente y optimista de entender el automóvil. Un vehículo que demostró que no había que renunciar al confort para disfrutar de la aventura. Su legado perdura en cada crossover moderno, pero pocos han logrado replicar su perfecta armonía entre funcionalidad, fiabilidad y carisma. Es un compañero leal, una máquina del tiempo que nos recuerda una época en la que los coches se diseñaban para durar y para crear recuerdos.