Honda Accord Sedán 2.0 i-VTEC Executive Piel · 156 CV (2011-2012)

2011
Gasolina
FWD
Manual 6v
Honda Accord - Vista 1
Honda Accord - Vista 2
Honda Accord - Vista 3
Honda Accord - Vista 4

Especificaciones y análisis del Honda Accord

Potencia

156CV

Par

192Nm

Consumo

7l/100

Emisiones

162g/km

0-100 km/h

9.4s

Vel. Máx.

215km/h

Peso

1501kg

Precio

27,929

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 6v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 4 puertas

Maletero

467 L

Depósito

65 L

Potencia

115 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima156 CV / 115 kW
Par máximo192 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito65 L
Maletero467 L

Análisis detallado del Honda Accord Sedán 2.0 i-VTEC Executive Piel · 156 CV (2011-2012)

Descripción general

El Honda Accord de 2011 es la encarnación de la filosofía japonesa de equilibrio y calidad. No es solo una berlina; es una declaración de intenciones. Con su motor 2.0 i-VTEC de 156 caballos, este Accord se presentaba como una opción inteligente y pasional para quien buscaba fiabilidad sin renunciar al placer de conducir. Una berlina elegante que esconde un corazón vibrante y un alma de viajero incansable.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante de este Accord es redescubrir una conducción pura y analógica. El motor atmosférico i-VTEC te pide que lo lleves alto de vueltas para entregar su alma, y es ahí, por encima de las 4000 rpm, donde su sonido y empuje te conectan con la carretera. La caja de cambios manual de seis velocidades es precisa y de tacto mecánico, una delicia. Gracias a su chasis con suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes, el coche se siente ágil y aplomado, filtrando las imperfecciones con una calidad soberbia. Es un coche que te invita a disfrutar de cada curva, no solo a llegar a tu destino.

Diseño y estética

Su diseño es una mezcla de elegancia y tensión. Las líneas afiladas y los pasos de rueda marcados le confieren una presencia atlética que ha envejecido con una dignidad admirable. Por dentro, la versión Executive Piel te recibe con un abrazo de calidad. Los asientos de cuero y los materiales bien ajustados crean una atmósfera premium. Aunque la consola central, con su profusión de botones, delata su edad, transmite la sensación de estar en un coche sólidamente construido, pensado para durar y para mimar a sus ocupantes.

Tecnología y características

Para su época, el Accord venía cargado de tecnología orientada al confort y la seguridad. El sistema de sonido premium, el climatizador bizona y los controles de crucero hacían de los largos viajes una experiencia relajada. Sin embargo, la verdadera joya tecnológica reside en su mecánica: el sistema i-VTEC de Honda es una obra de ingeniería que optimiza el rendimiento y el consumo de una forma casi mágica, ofreciendo dos personalidades en un solo motor. La dirección con asistencia eléctrica y los completos sistemas de seguridad activa y pasiva completaban un conjunto muy avanzado para 2011.

Competencia

En un segmento ferozmente competido, el Honda Accord se medía con gigantes europeos y japoneses. Rivales como el Volkswagen Passat, el Ford Mondeo o el Toyota Avensis ofrecían sus propias virtudes, pero el Accord se distinguía por su excepcional equilibrio entre confort y dinamismo, y sobre todo, por una fiabilidad mecánica que era y sigue siendo legendaria. También plantaba cara al Mazda 6, con quien compartía una filosofía de conducción placentera, y se posicionaba como una alternativa sensata a las berlinas premium alemanas de acceso.

Conclusión

El Honda Accord 2.0 i-VTEC es mucho más que una simple berlina familiar. Es un coche para entendidos, para aquellos que valoran la ingeniería de precisión, la fiabilidad a prueba de bombas y una conexión genuina entre hombre y máquina. Representa una época dorada para las berlinas japonesas, un vehículo construido con una calidad excepcional que hoy, más de una década después, sigue despertando admiración y ofreciendo una experiencia de conducción gratificante. Una elección que el corazón aprueba y la razón aplaude.