Especificaciones y análisis del Ford S-MAX
Potencia
174CV
Par
400Nm
Consumo
6.6l/100
Emisiones
174g/km
0-100 km/h
9.4s
Vel. Máx.
212km/h
Peso
1802kg
Precio
32,890€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
5 / 5 puertas
854 L
70 L
128 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford S-Max Titanium S 2.2 TDCi 175 CV (2008-2010)
Descripción general
El Ford S-MAX Titanium S 2.2 TDCi de 175 CV no es un monovolumen cualquiera; es una declaración de intenciones. En una época donde los vehículos familiares priorizaban el espacio por encima de todo, Ford se atrevió a inyectar una dosis de pura emoción y deportividad, creando un coche que cuida de tu familia sin que renuncies al placer de conducir.
Experiencia de conducción
Al volante, el S-MAX se siente sorprendentemente ágil y conectado a la carretera. Su potente motor diésel de 2.2 litros empuja con una fuerza contundente desde bajas revoluciones, gracias a sus 400 Nm de par, convirtiendo cada adelantamiento en una maniobra sencilla y emocionante. La suspensión, más firme en este acabado Titanium S, y una dirección precisa, te hacen olvidar que conduces un vehículo de casi 4,8 metros, transmitiendo una confianza y un dinamismo más propios de un turismo deportivo que de un monovolumen.
Diseño y estética
Visualmente, el S-MAX rompió moldes con su lenguaje de diseño 'Kinetic Design'. Sus líneas afiladas, su perfil ascendente y su agresivo frontal le otorgan una presencia imponente y atlética. El acabado Titanium S acentúa este carácter con llantas de 18 pulgadas y detalles específicos que gritan deportividad. Es un diseño que ha envejecido con una dignidad increíble, un coche familiar que se niega a parecer aburrido.
Tecnología y características
Para su época, el S-MAX ofrecía un equipamiento tecnológico completo, centrado en el confort y la seguridad. Aunque no podemos compararlo con los sistemas actuales, contaba con elementos como un sistema de infoentretenimiento funcional, climatizador bizona y múltiples ayudas a la conducción. Sin embargo, su verdadera tecnología residía en el chasis, una obra de ingeniería que lograba un equilibrio magistral entre confort para los pasajeros y una respuesta dinámica para el conductor.
Competencia
En el mercado se enfrentaba a gigantes del espacio como el Renault Espace o el SEAT Alhambra. Sin embargo, ninguno de sus competidores directos lograba combinar la versatilidad de siete plazas (opcionales) con un comportamiento tan gratificante y un alma tan deportiva. El S-MAX jugaba en su propia liga, atrayendo a aquellos padres y madres de familia que veían en el coche algo más que un simple medio de transporte.
Conclusión
El Ford S-MAX Titanium S es mucho más que un coche familiar; es la prueba de que la funcionalidad no tiene por qué estar reñida con la pasión. Representa la elección perfecta para quien necesita espacio pero se resiste a abandonar la emoción de una conducción viva y enérgica. Un vehículo con un corazón enorme y un espíritu rebelde que dejó una huella imborrable en su segmento.
