Especificaciones y análisis del Ford Mondeo
Potencia
174CV
Par
400Nm
Consumo
6.2l/100
Emisiones
165g/km
0-100 km/h
8.9s
Vel. Máx.
218km/h
Peso
1615kg
Precio
29,810€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
5 / 5 puertas
542 L
70 L
128 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Mondeo Sportbreak Titanium X 2.2 TDCi 175 CV (2008-2009)
Descripción general
El Ford Mondeo Sportbreak Titanium X de 2008 no era simplemente una ranchera más; era una declaración de intenciones. Representaba la culminación de una berlina que había madurado para ofrecer un espacio soberbio y unas prestaciones emocionantes, todo envuelto en el acabado más lujoso y deportivo. Era el coche para el padre o madre de familia que no quería renunciar al placer de conducir.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante es sentir el empuje inmediato y contundente de sus 400 Nm de par. Este Mondeo se siente poderoso, un devorador de kilómetros nato que te pega al asiento con una facilidad pasmosa. La caja de cambios manual de seis velocidades te conecta con la carretera, mientras que su chasis, con una suspensión trasera de paralelogramo deformable, dibuja las curvas con una precisión y aplomo que te hacen olvidar que conduces un familiar de casi cinco metros. Es un viaje en primera clase, rápido y sereno.
Diseño y estética
Su diseño 'Kinetic Design' fue una revolución. Las líneas fluidas y musculosas le otorgan una presencia atlética que aún hoy gira cabezas. No es una simple caja con ruedas; es una escultura en movimiento. La carrocería Sportbreak combina elegancia y deportividad a la perfección, acentuada por las imponentes llantas de 18 pulgadas del acabado Titanium X. Es un coche grande, imponente y con una estética que transmite dinamismo y sofisticación.
Tecnología y características
Aunque hoy echemos en falta pantallas táctiles gigantes, su tecnología se centraba en lo que de verdad importaba: la experiencia de conducción. El motor 2.2 TDCi con inyección directa por conducto común y turbo de geometría variable era una joya de la ingeniería diésel de su tiempo. A esto se sumaba un chasis excepcionalmente afinado y un equipamiento de confort que te hacía sentir en un coche de categoría superior. Su tecnología no estaba en los gadgets, sino en el metal y la mecánica.
Competencia
En su época, se enfrentó sin complejos a gigantes como el Volkswagen Passat Variant o el Opel Insignia Sports Tourer. Ofrecía un comportamiento dinámico superior y un espacio interior más generoso que muchos de sus competidores. Incluso se atrevía a mirar de reojo a los modelos premium como el Audi A4 Avant o el BMW Serie 3 Touring, ofreciendo una experiencia de conducción comparable por una fracción del precio. Era la elección inteligente y pasional.
Conclusión
El Ford Mondeo Sportbreak 2.2 TDCi es mucho más que un coche familiar; es una máquina de viajar que combina de forma magistral la practicidad con la emoción. Representa el cénit de los grandes ruteros diésel, un vehículo que te permite cruzar el continente con toda la familia y el equipaje, disfrutando de cada kilómetro. Un coche honesto, potente y extraordinariamente capaz que deja una huella imborrable.
