Especificaciones y análisis del Ford Galaxy
Potencia
174CV
Par
400Nm
Consumo
6.7l/100
Emisiones
179g/km
0-100 km/h
9.6s
Vel. Máx.
208km/h
Peso
1915kg
Precio
37,110€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
7 / 5 puertas
830 L
70 L
128 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Galaxy Ghia 2.2 TDCi 175 CV (2008)
Descripción general
El Ford Galaxy de 2006, en su versión Ghia con el motor 2.2 TDCi de 175 CV, no es solo un monovolumen; es una declaración de intenciones. Es la promesa de viajes inolvidables, de espacio sin compromisos y de una potencia que te hace olvidar que llevas a toda la familia a bordo. Un vehículo que nació para dominar la carretera y convertirse en el corazón de la aventura familiar.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante es sentir una sorprendente agilidad. Sus 174 caballos y un par motor de 400 Nm empujan con una fuerza contundente y serena desde bajas revoluciones, haciendo que los adelantamientos y las incorporaciones sean un mero trámite. A pesar de su tamaño, se siente aplomado y seguro en curva, con una suspensión que filtra las imperfecciones del asfalto sin renunciar a una conexión directa con la carretera. Es un devorador de kilómetros que transmite una inmensa sensación de control y confort.
Diseño y estética
Su diseño, bajo la filosofía 'Kinetic Design' de Ford, combina magistralmente la funcionalidad con la elegancia. Sus líneas fluidas y su frontal afilado le otorgan una presencia dinámica que envejece con dignidad. Por dentro, el espacio es el verdadero lujo. Siete plazas reales y un maletero cavernoso se visten con los acabados de calidad del nivel Ghia, creando una atmósfera acogedora y premium que te invita a pasar horas en su interior.
Tecnología y características
Para su época, el Galaxy estaba a la vanguardia. El corazón de la bestia, su motor diésel de inyección directa por conducto común y turbo variable, era una pieza de ingeniería refinada y eficiente. El equipamiento del acabado Ghia solía incluir elementos de confort avanzados que hacían cada viaje más placentero, demostrando que un vehículo familiar no tenía por qué renunciar a la tecnología y al bienestar a bordo.
Competencia
En el competitivo segmento de los grandes monovolúmenes, se enfrentó a titanes como el SEAT Alhambra, el Volkswagen Sharan o el Renault Espace. Sin embargo, el Galaxy siempre jugó la carta de la dinámica de conducción. Ofrecía una experiencia al volante más parecida a la de una berlina, un tacto de dirección y un comportamiento que enamoraba a quienes disfrutaban conduciendo.
Conclusión
El Ford Galaxy Ghia 2.2 TDCi es mucho más que un simple medio de transporte familiar. Es un compañero de viaje excepcional, un refugio de confort y un gigante con un corazón potente y voluntarioso. Representa la perfecta simbiosis entre la necesidad de espacio y el deseo de disfrutar de la conducción, un equilibrio que lo convirtió en una referencia y que sigue evocando grandes recuerdos en la carretera.




