Ford Focus Coupé-Cabriolet 2.0 TDCi 136 CV Titanium (2008)

2007
Gasóleo
FWD
Manual 6v
Ford Focus - Vista 1
Ford Focus - Vista 2
Ford Focus - Vista 3
Ford Focus - Vista 4

Especificaciones y análisis del Ford Focus

Potencia

136CV

Par

320Nm

Consumo

5.9l/100

Emisiones

156g/km

0-100 km/h

10.3s

Vel. Máx.

205km/h

Peso

1548kg

Precio

27,185

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 6v

Tracción

FWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

534 L

Depósito

- L

Potencia

100 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima136 CV / 100 kW
Par máximo320 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito0 L
Maletero534 L

Análisis detallado del Ford Focus Coupé-Cabriolet 2.0 TDCi 136 CV Titanium (2008)

Descripción general

El Ford Focus Coupé-Cabriolet es la respuesta de Ford al anhelo de libertad y estilo, una dualidad perfecta entre la seguridad de un coupé y la emoción de un descapotable. Con el corazón de un robusto motor diésel 2.0 TDCi de 136 caballos, este coche no solo prometía un diseño cautivador firmado por Pininfarina, sino también la eficiencia y el empuje necesarios para disfrutar de cualquier carretera, ya sea a cielo abierto o bajo su elegante techo metálico.

Experiencia de conducción

Al volante, las sensaciones son un torbellino de emociones. El motor diésel empuja con una fuerza generosa y constante desde bajas revoluciones, haciendo que cada viaje sea un placer relajado y sin esfuerzo. No busca ser un deportivo radical, sino un gran turismo con el que devorar kilómetros sintiendo el viento. La verdadera magia ocurre al pulsar el botón para descapotar: el mundo se abre, los sonidos y olores del camino te envuelven, y la conducción se transforma en una experiencia sensorial inolvidable. Su chasis, heredado del aclamado Focus, transmite una confianza y agilidad que te invitan a disfrutar de cada curva.

Diseño y estética

El diseño es una obra de arte funcional, una colaboración magistral con el estudio italiano Pininfarina. Con el techo puesto, es un coupé de líneas fluidas y atléticas que no deja indiferente a nadie. Pero su verdadera personalidad se desvela al plegar el techo rígido en el maletero, transformándose en un cabriolet elegante y proporcionado. Este mecanismo no solo es un espectáculo visual, sino que también ofrece un sorprendente maletero de 534 litros en modo coupé, un detalle que lo convertía en un coche tan práctico como pasional.

Tecnología y características

La pieza central de su tecnología es, sin duda, su sofisticado techo duro retráctil electrohidráulico, una maravilla de la ingeniería para su época que ofrecía lo mejor de dos mundos con solo tocar un botón. Bajo el capó, el motor 2.0 TDCi contaba con inyección directa por conducto común y turbo de geometría variable, tecnologías avanzadas que aseguraban un rendimiento solvente y un consumo contenido. Aunque su equipamiento de infoentretenimiento es propio de su tiempo, la verdadera innovación residía en su capacidad para cambiar de piel y de espíritu en cuestión de segundos.

Competencia

En su momento, el Focus Coupé-Cabriolet se enfrentó a una dura competencia en un segmento muy de moda. Rivales como el Peugeot 307 CC, el Renault Mégane Coupé-Cabriolet o el Volkswagen Eos ofrecían propuestas similares de estilo y versatilidad. Sin embargo, el Ford se distinguía por ofrecer una dinámica de conducción superior, un comportamiento en carretera más ágil y comunicativo que lo convertía en la elección predilecta para aquellos que, además de viajar a cielo abierto, valoraban por encima de todo el puro placer de conducir.

Conclusión

El Ford Focus Coupé-Cabriolet es más que un coche; es una declaración de intenciones. Representa la búsqueda de un equilibrio perfecto entre la razón y la emoción, entre la funcionalidad diaria y los momentos de pura evasión. Es un vehículo que enamora por su diseño italiano y convence por su excelente chasis y su motor voluntarioso. Un clásico moderno que sigue despertando sonrisas y que nos recuerda que a veces, la mejor terapia es simplemente bajar la capota y dejarse llevar.