Especificaciones y análisis del Ford Cougar
Potencia
170CV
Par
220Nm
Consumo
10l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.4s
Vel. Máx.
206km/h
Peso
1422kg
Precio
25,693€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 2 puertas
410 L
58 L
125 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Cougar 2.5 V6 Aut. · 170 CV (1998-2001)
Descripción general
El Ford Cougar de 1998 no era un coche cualquiera; era una declaración de intenciones. Nacido del ADN del Ford Mondeo pero vestido con un traje de alta costura, este coupé trajo el músculo y la elegancia americana al gusto europeo, creando una silueta inolvidable que aún hoy gira cabezas y evoca una era de diseño audaz.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del Cougar V6 es una experiencia sensorial. El corazón de 2.5 litros y 170 caballos no busca la brutalidad, sino una entrega de potencia suave y melódica. El sonido del motor de seis cilindros es adictivo, un murmullo que se convierte en un aullido refinado al subir de vueltas. La caja automática de 4 velocidades prioriza el confort, haciendo de cada viaje un placentero paseo, un gran turismo pensado para devorar kilómetros con aplomo y distinción.
Diseño y estética
Su carrocería es una obra maestra del diseño 'New Edge' de Ford. Líneas tensas y fluidas se combinan con aristas afiladas, creando un juego de luces y sombras que le otorgan una presencia imponente. Con sus casi 4.7 metros de largo y su baja altura, el Cougar es un coche que ocupa la carretera con una elegancia felina, un diseño atemporal que rompió moldes y se desmarcó de la sobriedad de su tiempo.
Tecnología y características
Bajo su piel, el Cougar albergaba tecnología solvente para su época. El motor V6 Duratec, construido en aluminio, era su joya de la corona, combinado con una admisión variable. Aunque la caja automática de cuatro marchas hoy nos parezca sencilla, ofrecía un confort de marcha elevado. Contaba con un chasis bien puesto a punto derivado del Mondeo, con suspensión delantera McPherson y frenos de disco en las cuatro ruedas, garantizando un comportamiento noble y seguro.
Competencia
En su apogeo, el Cougar se midió con otros coupés de gran personalidad. El Peugeot 406 Coupé, con su diseño Pininfarina, era su gran rival en elegancia. Otros contendientes como el Alfa Romeo GTV aportaban el toque pasional italiano, mientras que el Toyota Celica ofrecía una alternativa de inspiración japonesa. El Cougar se defendía con su mezcla única de confort americano y dinámica europea.
Conclusión
El Ford Cougar 2.5 V6 es mucho más que un coche; es una cápsula del tiempo. Una oda a una época en la que el diseño y el placer de conducir un gran turismo asequible eran primordiales. No es el más rápido ni el más avanzado, pero su carisma, el sonido de su motor y su estética inconfundible lo convierten en una elección pasional, un futuro clásico que regala una experiencia de conducción auténtica y llena de alma.