Especificaciones y análisis del Ford C-MAX
Potencia
136CV
Par
320Nm
Consumo
5.8l/100
Emisiones
154g/km
0-100 km/h
9.6s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1491kg
Precio
20,510€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
FWD
5 / 5 puertas
473 L
55 L
100 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford C-Max Titanium 2.0 TDCi 136 CV (2007-2008)
Descripción general
El Ford C-MAX de 2007 no era un monovolumen más; era una declaración de intenciones. En un mercado lleno de vehículos familiares centrados únicamente en el espacio, Ford se atrevió a inyectar el ADN dinámico del aclamado Focus, creando un coche que prometía cuidar de tu familia sin robarte el placer de conducir.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante es una experiencia reveladora. El motor 2.0 TDCi de 136 CV empuja con una fuerza contundente y gratificante desde bajas vueltas, convirtiendo cada adelantamiento en una maniobra segura y emocionante. Su chasis es la verdadera joya: preciso, ágil y comunicativo. Se siente plantado en la carretera, transmitiendo una confianza que te hace olvidar que conduces un vehículo familiar, conectándote con el asfalto de una manera casi mágica.
Diseño y estética
Visualmente, el C-MAX escapaba de la monotonía con el lenguaje de diseño 'Kinetic Design' de Ford. Sus líneas afiladas, su parrilla trapezoidal y su perfil ascendente le conferían un dinamismo inusual para su segmento. Por dentro, el puesto de conducción elevado te da una sensación de control total, con un salpicadero funcional y materiales que, en el acabado Titanium, transmitían una agradable sensación de calidad y cuidado.
Tecnología y características
Para su época, el acabado Titanium ofrecía un equipamiento que hacía la vida a bordo más fácil y placentera. Contaba con elementos como el climatizador bizona, control de crucero y un sistema de sonido de alta calidad que convertían los viajes largos en una delicia. En seguridad, la presencia del control de estabilidad (ESP) era un pilar fundamental que aportaba una tranquilidad inestimable en cualquier circunstancia.
Competencia
En el competitivo campo de batalla de los monovolúmenes compactos, se enfrentó a gigantes como el Renault Scénic, el Citroën C4 Picasso y el Volkswagen Touran. Mientras sus rivales a menudo priorizaban la modularidad o el confort absoluto, el C-MAX siempre jugó la carta de la deportividad y el placer de conducción como su principal y más emocionante diferenciador.
Conclusión
El Ford C-MAX 2.0 TDCi Titanium es mucho más que un simple coche familiar. Es la prueba de que la practicidad no tiene por qué estar reñida con la pasión. Fue, y sigue siendo, la elección perfecta para el padre o la madre de familia que se niega a renunciar a la emoción de una carretera de curvas. Un coche con alma, diseñado para crear recuerdos tanto en el día a día como en las escapadas de fin de semana.




