Especificaciones y análisis del Ford C-MAX
Potencia
145CV
Par
185Nm
Consumo
7.3l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
9.8s
Vel. Máx.
203km/h
Peso
1394kg
Precio
23,790€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
550 L
55 L
107 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ford Focus C-Max Sport 2.0 145 CV (2004-2005)
Descripción general
El Ford Focus C-Max del 2004 no era simplemente un monovolumen más; fue la audaz declaración de Ford de que la vida familiar no tenía por qué significar el fin del placer de conducir. En su versión Sport con el motor 2.0 de 145 CV, este coche se convirtió en un refugio para padres y madres que anhelaban sentir la carretera, ofreciendo un espacio versátil envuelto en una promesa de dinamismo y emoción.
Experiencia de conducción
Al volante, el C-Max Sport se despoja de su traje de vehículo familiar para revelar un alma de compacto ágil. Su motor 2.0 atmosférico sube de vueltas con una alegría contagiosa, entregando sus 145 CV de forma lineal y enérgica. Pero la verdadera magia reside en su chasis. La suspensión trasera de paralelogramo deformable, herencia directa del aclamado Focus, te conecta con el asfalto de una manera que sus rivales solo podían soñar. Cada curva se convierte en una invitación a disfrutar, con una dirección precisa y un aplomo que inspira una confianza inmensa.
Diseño y estética
Visualmente, el C-Max logró un equilibrio admirable. Su diseño, a medio camino entre la funcionalidad de un monovolumen y las líneas dinámicas de un turismo, proyectaba una imagen de versatilidad inteligente. No era un simple cubo con ruedas; sus proporciones y las llantas de 17 pulgadas de la versión Sport le conferían un carácter atlético. Por dentro, el espacio era el rey, con un maletero gigantesco de 550 litros y una modularidad que resolvía cualquier necesidad familiar, todo ello desde un puesto de conducción elevado que dominaba la carretera.
Tecnología y características
En 2004, la tecnología más impresionante del C-Max no estaba en las pantallas, sino bajo la piel. El corazón del coche, su motor Duratec de aluminio, y su esqueleto, un chasis multibrazo de referencia, representaban la cúspide de la ingeniería de la época para un vehículo de su clase. Mientras otros se centraban en gadgets, Ford invirtió en lo que realmente define la experiencia de conducción: una mecánica refinada y un comportamiento dinámico excepcional. La dirección hidráulica ofrecía un tacto puro y sin filtros, un recordatorio de una era en la que la conexión hombre-máquina era la prioridad.
Competencia
En un mercado dominado por gigantes como el Renault Scénic, el Citroën Xsara Picasso o el Volkswagen Touran, el Ford C-Max se abrió paso con una propuesta única. Mientras sus competidores apostaban casi exclusivamente por la modularidad y el confort, el C-Max añadió a la ecuación un ingrediente que lo cambió todo: la diversión al volante. Se posicionó como la elección del conductor entusiasta, aquel que necesitaba el espacio de un monovolumen pero se negaba a renunciar a las sensaciones y el comportamiento ágil de un buen compacto.
Conclusión
El Ford Focus C-Max Sport 2.0 es mucho más que un coche usado; es una cápsula del tiempo que nos recuerda que es posible tenerlo todo. Representa la perfecta simbiosis entre la razón y la emoción, un vehículo capaz de cumplir con las obligaciones familiares durante la semana y de dibujar una sonrisa en tu rostro en una carretera de curvas el fin de semana. Su legado es el de haber demostrado que un coche familiar podía tener el corazón y el alma de un deportivo, una hazaña que lo convierte en una opción increíblemente especial y gratificante aún hoy.




