Ford Focus C-Max Ghia 1.6 TDCi 109cv CVT (2006-2007)

2004
Gasóleo
FWD
Automático Múltiplesv
Ford C-MAX - Vista 1
Ford C-MAX - Vista 2
Ford C-MAX - Vista 3
Ford C-MAX - Vista 4

Especificaciones y análisis del Ford C-MAX

Potencia

109CV

Par

240Nm

Consumo

5.8l/100

Emisiones

154g/km

0-100 km/h

11.6s

Vel. Máx.

180km/h

Peso

1423kg

Precio

20,260

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Automático Múltiplesv

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

550 L

Depósito

55 L

Potencia

80 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima109 CV / 80 kW
Par máximo240 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónAutomático Múltiplesv

Capacidades

Depósito55 L
Maletero550 L

Análisis detallado del Ford Focus C-Max Ghia 1.6 TDCi 109cv CVT (2006-2007)

Descripción general

El Ford Focus C-Max Ghia 1.6 TDCi CVT de 2006 se presentó como una solución familiar que no renunciaba al placer de conducir. En una época dorada para los monovolúmenes compactos, este modelo combinaba la practicidad de un interior espacioso y versátil con la eficiencia de un motor diésel moderno y la suavidad de una transmisión automática CVT, todo ello envuelto en el lujoso acabado Ghia que prometía un extra de confort y distinción.

Experiencia de conducción

Al volante, este C-Max transmite una sensación de equilibrio admirable. El motor 1.6 TDCi de 109 CV, con su generoso par de 240 Nm desde bajas vueltas, mueve el conjunto con soltura suficiente para el día a día y los viajes en familia. La transmisión CVT prioriza la suavidad por encima de todo, eliminando los tirones de los cambios y creando una experiencia de conducción relajada y fluida, ideal para la ciudad y la autopista. Sin embargo, donde realmente brilla es en su chasis. Heredero del excelente comportamiento dinámico del Focus, ofrece una agilidad y una precisión en curva que emocionan, sin comprometer un confort de marcha notable que cuida de todos los pasajeros.

Diseño y estética

Su diseño es un claro reflejo de su función: maximizar el espacio y la practicidad. Las líneas son suaves y redondeadas, creando una silueta de monovolumen clásica pero bien proporcionada. No busca ser deportivo, sino inteligente y acogedor. El interior es su gran baza, con una modularidad excelente, una postura de conducción elevada que mejora la visibilidad y un maletero de 550 litros que parece no tener fin. El acabado Ghia eleva la percepción de calidad con mejores tapicerías, inserciones decorativas y un equipamiento más completo, creando una atmósfera cálida y confortable que te hace sentir en casa desde el primer momento.

Tecnología y características

Para su época, este C-Max incorporaba tecnologías interesantes. El corazón del conjunto es el motor diésel con inyección directa por conducto común y turbo de geometría variable, una mecánica avanzada que buscaba optimizar rendimiento y consumo. La caja de cambios CVT, de variador continuo, era una apuesta por el confort supremo, una tecnología no tan extendida entonces. El equipamiento del acabado Ghia solía incluir elementos como climatizador automático, control de velocidad y sensores de aparcamiento, lujos que definían un coche bien equipado a mediados de los 2000.

Competencia

En el competitivo segmento de los monovolúmenes compactos, el Ford C-Max se enfrentaba a titanes como el Renault Scénic, el rey indiscutible de la categoría por su modularidad; el Citroën Xsara Picasso, que jugaba la carta del diseño y el confort; y el Volkswagen Touran, que apostaba por la sobriedad y la calidad de construcción alemana. Frente a ellos, el C-Max siempre defendió con orgullo su dinámica de conducción, siendo a menudo considerado el más gratificante de conducir del grupo.

Conclusión

El Ford Focus C-Max Ghia 1.6 TDCi CVT es mucho más que un simple vehículo familiar; es un compañero de viaje fiel que supo combinar como pocos la versatilidad de un monovolumen con el alma dinámica de un Ford. Suavidad, eficiencia y un espacio interior generoso eran sus promesas, cumplidas con creces. Aunque el tiempo ha pasado, el recuerdo que deja es el de un coche inteligente, equilibrado y sorprendentemente divertido, una elección redonda para quienes buscaban funcionalidad sin renunciar a una sonrisa en cada curva.