Especificaciones y análisis del Fiat Brava
Potencia
82CV
Par
113Nm
Consumo
6.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
13s
Vel. Máx.
173km/h
Peso
1115kg
Precio
11,630€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
380 L
50 L
60 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Fiat Brava 80 16v SX · 82 CV (1998-2002)
Descripción general
El Fiat Brava irrumpió a finales de los 90 como un soplo de aire fresco y audacia italiana en el competitivo segmento de los compactos. No era solo un coche, era una declaración de intenciones, un vehículo diseñado para emocionar y romper con la monotonía, llevando el corazón y el estilo de Turín a las carreteras de toda Europa.
Experiencia de conducción
Conducir el Brava 80 16v es una experiencia analógica y gratificante. Su pequeño motor de 1.2 litros y 82 caballos sube de vueltas con una alegría contagiosa, pidiendo ser exprimido. Aunque sus 13 segundos para alcanzar los 100 km/h no impresionan hoy, su ligereza y una dirección directa te conectan con el asfalto de una forma que los coches modernos han olvidado. Es un coche ágil, divertido en carreteras de curvas y que te hace sentir partícipe de la conducción en cada momento.
Diseño y estética
El diseño del Fiat Brava es su alma y su rasgo más inolvidable. Mientras su hermano Bravo de 3 puertas seducía con su deportividad, el Brava de 5 puertas apostaba por una originalidad radical. Su zaga, con esas ópticas divididas en tres finas franjas horizontales, fue un golpe de efecto que polarizó opiniones pero que, a día de hoy, se reconoce como un icono de diseño de su época. Era una escultura rodante que se negaba a ser un electrodoméstico más.
Tecnología y características
Tecnológicamente, el Brava era un hijo de su tiempo. Su mayor proeza era el motor multiválvulas, una pequeña joya de la ingeniería que ofrecía un rendimiento vivaz con un consumo contenido. El chasis, con barras estabilizadoras en ambos ejes, buscaba un buen compromiso dinámico. Sin embargo, en equipamiento de seguridad o confort, se mantenía en la media del segmento, con frenos de tambor traseros y sin las ayudas electrónicas que hoy damos por sentadas. Su tecnología estaba en la mecánica, no en la electrónica.
Competencia
La batalla en su segmento fue legendaria. El Brava se enfrentó a titanes como el Volkswagen Golf IV, el rey de la calidad percibida; el revolucionario Ford Focus de primera generación, con su chasis sublime; el sólido y fiable Opel Astra G; y el confortable Renault Mégane. Frente a ellos, el Fiat Brava jugó la carta del diseño pasional, un precio competitivo y un carácter inconfundiblemente latino.
Conclusión
El Fiat Brava es mucho más que un simple coche usado; es un pedazo de la historia del automovilismo italiano que se atrevió a ser diferente. Representa una época en la que el diseño y la emoción podían prevalecer sobre la fría lógica. Quizás no fuera el más fiable ni el más rápido, pero ofrecía una personalidad arrolladora y una experiencia de conducción genuina. Es un coche para recordar y para aquellos que entienden que la belleza, a veces, es imperfecta.