Ferrari Purosangue · 725 CV

2023
Gasolina
AWD
Automático 8v
Ferrari Purosangue - Vista 1
Ferrari Purosangue - Vista 2
Ferrari Purosangue - Vista 3
Ferrari Purosangue - Vista 4

Especificaciones y análisis del Ferrari Purosangue

Potencia

725CV

Par

716Nm

Consumo

17.3l/100

Emisiones

393g/km

0-100 km/h

3.3s

Vel. Máx.

310km/h

Peso

-kg

Precio

-

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 8v

Tracción

AWD

Plazas

4 / 5 puertas

Maletero

473 L

Depósito

100 L

Potencia

533 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima725 CV / 533 kW
Par máximo716 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 8v

Capacidades

Depósito100 L
Maletero473 L

Análisis detallado del Ferrari Purosangue · 725 CV

Descripción general

El Ferrari Purosangue rompe todos los moldes y redefine el concepto de un Gran Turismo. No es un SUV, es un Ferrari de pura cepa con cuatro puertas y cuatro plazas, una audaz declaración de intenciones que fusiona el alma de un superdeportivo con una versatilidad nunca antes vista en Maranello. Es la respuesta a una nueva era, un vehículo que genera tanta controversia como admiración, pero que indudablemente lleva el ADN del Cavallino Rampante en cada una de sus líneas.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del Purosangue es una experiencia visceral que desborda los sentidos. El corazón de la bestia, un majestuoso V12 atmosférico de 725 CV, ruge con una melodía celestial que te eriza la piel a 7750 rpm. La aceleración es brutal, catapultándote de 0 a 100 km/h en solo 3.3 segundos con una ferocidad adictiva. A pesar de su tamaño, la innovadora suspensión activa lo mantiene plano y ágil, transmitiendo la sensación de estar conduciendo un deportivo mucho más bajo y ligero. Es la dualidad perfecta entre la comodidad de un GT y la adrenalina pura de un Ferrari de circuito.

Diseño y estética

Su diseño es una obra de arte funcional y escultural. El Purosangue desafía la estética de un vehículo familiar con un capó larguísimo, una cabina retrasada y una musculatura que fluye con elegancia aerodinámica. Las puertas traseras de apertura inversa, llamadas 'welcome doors', son un toque de genialidad y exclusividad que facilitan el acceso a un habitáculo de lujo para cuatro ocupantes. Cada detalle, desde los faros afilados hasta el imponente difusor trasero, grita rendimiento y sofisticación, logrando un equilibrio imposible entre presencia imponente y agilidad visual.

Tecnología y características

La tecnología del Purosangue está al servicio de una experiencia de conducción sublime. El protagonista es su motor V12 de 6.5 litros, una joya de la ingeniería mecánica en peligro de extinción. Sin embargo, la verdadera revolución se esconde en su chasis, con el sistema de suspensión activa Ferrari (FAST) que utiliza actuadores eléctricos para controlar el movimiento de la carrocería en tiempo real, eliminando la necesidad de barras estabilizadoras y ofreciendo un control sin precedentes. Esto, combinado con su tracción total y un eje trasero direccional, crea una máquina tecnológicamente avanzada que desafía las leyes de la física.

Competencia

En el olimpo de los super-SUV, el Purosangue se enfrenta a titanes como el Lamborghini Urus Performante, con su enfoque igualmente radical en el rendimiento. El Aston Martin DBX707 también compite con su combinación de lujo y potencia británica, mientras que el Bentley Bentayga Speed ofrece un nivel de opulencia superior. Sin embargo, el Ferrari se desmarca de todos ellos con su glorioso motor V12 atmosférico y su concepción más cercana a un deportivo elevado que a un todocamino tradicional, colocándolo en una categoría propia.

Conclusión

El Ferrari Purosangue es mucho más que un coche, es un hito en la historia de la marca. Es la prueba de que el espíritu de Ferrari puede adaptarse sin traicionar su esencia. Combina de manera magistral un rendimiento que quita el aliento, un lujo exquisito y una practicidad inesperada, todo envuelto en un paquete que es inconfundiblemente Ferrari. Es una proeza de ingeniería, un objeto de deseo y, en definitiva, la demostración de que la pasión por la conducción no entiende de formatos.