Especificaciones y análisis del Ferrari 456M
Potencia
442CV
Par
550Nm
Consumo
18.2l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
5.2s
Vel. Máx.
300km/h
Peso
1690kg
Precio
212,337€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 6v
RWD
4 / 2 puertas
- L
105 L
325 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Ferrari 456M GT · 442 CV (1998-2004)
Descripción general
El Ferrari 456M GT no es solo un coche, es una declaración de intenciones. Nacido en una era de transición, representa la quintaesencia del Gran Turismo de Maranello: un coupé 2+2 que combina una elegancia atemporal con la furia de un V12 atmosférico. Es el Ferrari para el caballero, un vehículo capaz de cruzar continentes con un confort y una clase que pocos pueden igualar, sin renunciar jamás al alma del Cavallino Rampante.
Experiencia de conducción
Ponerse a los mandos del 456M es un ritual. El giro de la llave despierta a la bestia de 12 cilindros con un rugido profundo y melódico que eriza la piel. Cada cambio de su transmisión manual de seis velocidades es un placer mecánico, un 'clic-clac' metálico que te conecta directamente con la máquina. Acelerar sus 442 caballos es sentir cómo el mundo se desenfoca, una oleada de potencia inagotable que te empuja contra el asiento mientras el V12 canta su ópera hasta las 6250 rpm. No es solo velocidad, es una sinfonía de poder y refinamiento.
Diseño y estética
La carrocería, esculpida por Pininfarina, es una obra de arte en movimiento. Sus líneas son fluidas y discretas, huyendo de la ostentación para abrazar una belleza sofisticada y musculosa. El largo capó esconde el corazón V12, mientras que la zaga, elegante y limpia, remata un perfil perfectamente equilibrado. Por dentro, el cuero Connolly envuelve cada superficie, creando un ambiente de lujo artesanal que te acoge y te recuerda que viajas en algo verdaderamente especial, un salón rodante capaz de alcanzar los 300 km/h.
Tecnología y características
Bajo su piel clásica se esconde una ingeniería soberbia para su tiempo. El motor V12 de 5.5 litros era una joya de la corona, con bloque y culata de aluminio y cuatro válvulas por cilindro. La configuración transaxle, con la caja de cambios en el eje trasero, le otorgaba un reparto de pesos casi perfecto, garantizando una dinámica de conducción sublime. Aunque carece de las pantallas y ayudas electrónicas modernas, su tecnología se centra en lo esencial: la pureza de la experiencia de conducción a través de una mecánica excepcional.
Competencia
En el olimpo de los grandes turismos de finales de los 90, el 456M se medía con titanes como el Aston Martin DB7 V12 Vantage o el Bentley Continental R. Mientras el Aston ofrecía un carácter británico inconfundible y el Bentley un lujo opulento, el Ferrari aportaba la pasión italiana y el pedigrí de competición. Era el más deportivo y afilado del trío, el que ofrecía las sensaciones más puras sin sacrificar su capacidad para devorar kilómetros con estilo.
Conclusión
El Ferrari 456M GT es más que un coche; es un legado. Representa una era dorada en la que la elegancia y las prestaciones puras podían coexistir en perfecta armonía. Es una máquina analógica, exigente y gratificante, que recompensa al conductor con una experiencia visceral y emocionante que los superdeportivos modernos a menudo diluyen. Poseer uno no es tener un simple vehículo, es custodiar una pieza de la historia del automovilismo, un sueño italiano hecho de aluminio y pasión.




