Especificaciones y análisis del DS 5
Potencia
163CV
Par
340Nm
Consumo
5.9l/100
Emisiones
154g/km
0-100 km/h
10.1s
Vel. Máx.
212km/h
Peso
1690kg
Precio
29,940€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
5 / 5 puertas
468 L
60 L
120 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del DS 5 HDi 160 Aut. Design · 163 CV (2014-2015)
Descripción general
El DS 5 no es simplemente un coche, es una declaración de intenciones rodante. En un mundo dominado por la sobriedad alemana, DS se atrevió a lanzar una obra de arte vanguardista, un vehículo que fusiona el lujo francés con un diseño de pasarela. Conducir un DS 5 es elegir ser diferente, es abrazar la audacia y el confort con un alma inconfundiblemente latina.
Experiencia de conducción
Al volante, el DS 5 te envuelve en una atmósfera de gran turismo. Su motor diésel de 163 CV y 340 Nm de par empuja con suavidad y contundencia, ideal para devorar kilómetros en autopista con una serenidad imperial. No busca la deportividad explosiva, sino la entrega de potencia fluida y constante, gestionada por una caja automática que prioriza el confort. La suspensión filtra las irregularidades con maestría, creando una sensación de alfombra voladora que te aísla del mundo exterior y convierte cada viaje en una experiencia relajante y placentera.
Diseño y estética
Aquí es donde el DS 5 se convierte en leyenda. Su exterior es una escultura, con líneas que fluyen de forma inesperada y el icónico 'sable' cromado que recorre desde el faro hasta el pilar A. Pero es el interior donde la magia explota: un puesto de conducción inspirado en la aeronáutica, con una consola en el techo, interruptores tipo 'toggle' y un reloj analógico que preside el salpicadero. Sentarse dentro es como entrar en un prototipo, una cabina que te abraza y te hace sentir protagonista de una película de ciencia ficción.
Tecnología y características
Para su época, el DS 5 ofrecía un arsenal tecnológico pensado para impresionar y asistir. El Head-Up Display proyecta la información clave sin apartar la vista de la carretera, mientras que el techo panorámico dividido en tres partes inunda de luz un habitáculo ya de por sí especial. La instrumentación y el sistema de infoentretenimiento, aunque no tan avanzados como los actuales, contribuían a esa atmósfera futurista y exclusiva que definía al coche, poniendo la tecnología al servicio de una experiencia sensorial única.
Competencia
Enfrentarlo a un Audi A4 o un BMW Serie 3 sería un error de concepto. El DS 5 no juega en la misma liga, juega en su propia dimensión. Mientras sus rivales alemanes apuestan por la perfección dinámica y la ergonomía predecible, el DS 5 seduce a quienes buscan emoción estética, individualidad y el placer de conducir algo que rompe moldes. Su verdadero rival es la monotonía; es un coche para el corazón, no para la hoja de cálculo.
Conclusión
El DS 5 es una joya incomprendida, un coche para valientes y soñadores. Es la prueba de que el automóvil puede ser arte y emoción. Con sus virtudes y sus pequeños defectos, representa un capítulo glorioso de audacia en la historia del motor. No es el más práctico ni el más deportivo, pero sí uno de los pocos coches de su era con un alma tan profunda y un carácter tan inolvidable. Poseerlo es custodiar un pedazo de diseño y vanguardia francesa.




