Especificaciones y análisis del Citroën XM
Potencia
194CV
Par
273Nm
Consumo
11.9l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
9.2s
Vel. Máx.
230km/h
Peso
1591kg
Precio
41,409€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 5 puertas
540 L
80 L
143 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën XM 3.0i V6 SX Aut. · 194 CV (2000)
Descripción general
El Citroën XM 3.0i V6 representa la culminación de una era, el último gran buque insignia de una marca que se atrevió a soñar. No era solo una berlina de lujo; era una declaración de principios, un manifiesto rodante sobre cómo entendía Citroën el confort, la tecnología y el diseño vanguardista a finales del siglo XX. Con su potente motor V6 y su estatus de coche presidencial, el XM te transporta a un tiempo donde la audacia y la elegancia francesa dominaban la carretera.
Experiencia de conducción
Conducir un XM es una experiencia casi etérea. La legendaria suspensión hidroneumática te aísla del mundo exterior, convirtiendo el asfalto más roto en una suave alfombra de seda. Es una sensación de flotar, de viajar en una burbuja de serenidad. El motor V6 de 194 caballos empuja con una suavidad y un refinamiento exquisitos, acompañado por el cambio automático que gestiona la potencia sin brusquedad. No es un deportivo de curvas, es un devorador de kilómetros, un salón rodante donde cada viaje se convierte en un placer, mecido por el ronroneo noble de sus seis cilindros.
Diseño y estética
La obra de Bertone es atemporal y radical. El Citroën XM es una escultura afilada, una cuña futurista que corta el viento con una elegancia que desafía el paso del tiempo. Su silueta baja y alargada, la enorme superficie acristalada con sus múltiples pilares y esa característica luneta trasera adicional que protegía a los pasajeros al abrir el portón, son detalles de un diseño valiente y funcional. Mirarlo hoy sigue provocando la misma fascinación que el primer día; es un coche que no envejece, simplemente se convierte en un clásico más icónico.
Tecnología y características
El corazón tecnológico del XM es, sin duda, su suspensión Hidractiva. Este sistema inteligente, evolución de la hidroneumática, era capaz de adaptar la firmeza de la amortiguación en tiempo real, ofreciendo un confort supremo en autopista y una mayor estabilidad en curvas. Era magia electrónica y oleohidráulica al servicio del conductor. Junto a esto, su motor V6 de 24 válvulas era una pieza de ingeniería avanzada para la época, demostrando que el confort no estaba reñido con unas prestaciones más que notables para una berlina de su tamaño.
Competencia
En su época, el XM se enfrentó a los titanes alemanes del segmento ejecutivo, como el Mercedes-Benz Clase E (W124), el BMW Serie 5 (E34) y el Audi 100. Mientras sus rivales apostaban por la sobriedad, la calidad de construcción robusta y un dinamismo más convencional, el Citroën jugaba en otra liga. Su propuesta no era ser mejor en todo, sino ser único en lo que importaba: ofrecer un confort de marcha inigualable y un diseño que rompía todos los moldes. También competía con compatriotas como el Peugeot 605, con quien compartía plataforma, y el Renault Safrane.
Conclusión
El Citroën XM 3.0i V6 no es un coche para todo el mundo, y eso es precisamente lo que lo hace tan especial. Es una joya para entendidos, para aquellos que aprecian la ingeniería audaz y el diseño con alma. Poseer uno es custodiar un pedazo de la historia del automóvil, una oda al confort absoluto y a la valentía de ser diferente. Es más que un medio de transporte; es una experiencia sensorial, un clásico moderno que sigue emocionando y girando cabezas a su paso.
