Especificaciones y análisis del Citroën C6
Potencia
211CV
Par
290Nm
Consumo
11.2l/100
Emisiones
266g/km
0-100 km/h
9.4s
Vel. Máx.
230km/h
Peso
1891kg
Precio
49,690€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 6v
FWD
5 / 4 puertas
421 L
72 L
155 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C6 3.0i V6 CAS 6v Palas · 211 CV (2008)
Descripción general
El Citroën C6 no es solo un coche, es la última gran berlina de representación francesa, un canto de cisne a una era de audacia y confort supremo. Heredero de mitos como el DS y el CX, este vehículo fue concebido para quienes entienden el lujo no como ostentación, sino como una experiencia de viaje sublime y diferente, un salón rodante que desafió con orgullo al conservadurismo alemán.
Experiencia de conducción
Conducir el C6 es como deslizarse sobre una alfombra voladora. La suspensión hidroneumática Hydractive 3+ te aísla del mundo exterior, borrando las imperfecciones del asfalto con una delicadeza casi mágica. El motor V6 de 3.0 litros no ruge, susurra, entregando su potencia de forma lineal y sedosa. No es un coche para buscar el límite en cada curva, sino para redescubrir el placer de viajar, de llegar al destino más relajado que al partir, envuelto en un silencio y una comodidad que acarician el alma.
Diseño y estética
Su silueta es una declaración de intenciones, una escultura vanguardista que se niega a envejecer. La larguísima batalla, la luneta trasera cóncava y las puertas sin marco son rasgos de una personalidad única y atemporal. Por dentro, el C6 te acoge en un ambiente minimalista y exquisito, donde la madera, el cuero y la luz crean un espacio de serenidad. Es un diseño que no grita, sino que seduce con su elegancia y originalidad.
Tecnología y características
Adelantado a su tiempo, el C6 incorporaba innovaciones pensadas para el bienestar. El Head-Up Display proyectaba información en el parabrisas para no apartar la vista de la carretera, mientras que la alerta de cambio involuntario de carril velaba por la seguridad. Su mayor proeza tecnológica, sin embargo, era la suspensión activa, un cerebro electrónico que leía la carretera para ofrecer un confort de marcha inigualable, adaptándose a cada instante.
Competencia
En un mercado dominado por la rigidez y deportividad de los Audi A6, BMW Serie 5 y Mercedes-Benz Clase E, el Citroën C6 se erigió como la alternativa hedonista. No pretendía ser el más rápido ni el más eficaz en circuito, sino el más cómodo y original. Era la elección del inconformista, de aquel que buscaba una experiencia automovilística más rica y sensorial frente a la predecible perfección germana.
Conclusión
El Citroën C6 es una obra maestra incomprendida, un fracaso comercial que el tiempo ha convertido en un coche de culto. Representa el fin de una estirpe de grandes berlinas francesas y un homenaje a la ingeniería más audaz de Citroën. Poseer un C6 hoy es custodiar un pedazo de historia, un automóvil con un alma y un carácter que ya no se fabrican, destinado a ser un clásico eterno.




