Especificaciones y análisis del Citroën C5
Potencia
133CV
Par
317Nm
Consumo
6.4l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
10.2s
Vel. Máx.
205km/h
Peso
1485kg
Precio
28,955€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
456 L
68 L
98 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C5 2.2 HDi 136 cv Exclusive (2002-2003)
Descripción general
El Citroën C5 de primera generación irrumpió en el mercado como un estandarte del confort y la innovación, una berlina que prometía viajes en primera clase para el día a día. Con su motor 2.2 HDi de 133 caballos, representaba el equilibrio perfecto entre la potencia de un gran rodador y la eficiencia de un diésel moderno, en un segmento donde la competencia era feroz.
Experiencia de conducción
Conducir este C5 es una experiencia que te aísla del mundo. La sensación es la de flotar sobre el asfalto, gracias a su legendaria suspensión hidroneumática que devora baches e irregularidades con una suavidad casi mágica. El empuje del motor HDi es contundente y lleno desde bajas vueltas, transmitiendo una seguridad y un aplomo en carretera que invitan a devorar kilómetros sin fatiga. No es un deportivo, es un refugio de paz y silencio en movimiento.
Diseño y estética
Su diseño de cinco puertas, con una silueta que fusiona la elegancia de una berlina con la practicidad de un portón trasero, es un ejercicio de funcionalidad y sobriedad. Sus líneas fluidas y su imponente presencia transmiten robustez y un espacio interior generoso, pensado para el bienestar de toda la familia. Fue un coche que, sin estridencias, proyectaba una imagen de tecnología y confort.
Tecnología y características
La joya de la corona es, sin duda, la suspensión Hidractiva 3, un sistema que adaptaba automáticamente la altura y la dureza para ofrecer un confort inigualable o una mayor firmeza según las necesidades. A esto se sumaba el avanzado motor diésel con inyección directa por conducto común y filtro de partículas, una mecánica que fue referencia por su refinamiento y su par motor en la época.
Competencia
En su tiempo, se enfrentó a gigantes como el Ford Mondeo, el Renault Laguna o el Volkswagen Passat. Mientras sus rivales apostaban por un tacto más dinámico o una imagen de marca más consolidada, el C5 jugaba una carta única e imbatible: la del confort absoluto. Ninguno de sus competidores podía ofrecer esa sensación de alfombra voladora que lo convirtió en un coche diferente y especial.
Conclusión
El Citroën C5 2.2 HDi no era solo un medio de transporte, era una declaración de intenciones. Un coche para quienes valoran la calidad de vida a bordo por encima de todo. Representa una filosofía de viaje sereno y placentero, un gran turismo para la familia que dejó una huella imborrable por su audacia tecnológica y su incomparable comodidad. Un clásico moderno que evoca nostalgia por una forma diferente de entender el automóvil.