Especificaciones y análisis del Citroën C5
Potencia
116CV
Par
160Nm
Consumo
7.7l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.1s
Vel. Máx.
196km/h
Peso
1290kg
Precio
17,594€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
456 L
66 L
85 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C5 1.8i 16v SX · 116 CV (2001-2004)
Descripción general
El Citroën C5 de 2001 llegó para redefinir el concepto de berlina familiar, tomando el relevo del icónico Xantia. No era solo un coche, era una declaración de intenciones: la búsqueda del confort absoluto a través de la innovación, encapsulada en una carrocería elegante y funcional que prometía viajes inolvidables.
Experiencia de conducción
Conducir este C5 es como deslizarse sobre una alfombra mágica. La suspensión hidroneumática Hydractive 3 borra las imperfecciones del asfalto, creando una sensación de flotación que ningún otro coche de su clase podía igualar. El motor de 1.8 litros y 116 caballos responde con suavidad, sin pretensiones deportivas, invitando a una conducción tranquila y serena. Cada kilómetro es un bálsamo, un refugio del estrés del mundo exterior.
Diseño y estética
Su diseño exterior, de líneas suaves y redondeadas, transmite una elegancia discreta y una sensación de robustez. No buscaba romper moldes, sino ofrecer una imagen atemporal y práctica, como demuestra su portón trasero de cinco puertas. Por dentro, el espacio es generoso y los materiales, de buena calidad para la época, crean una atmósfera acogedora. El puesto de conducción, con su instrumentación digital, se sentía futurista y envolvía al conductor en un entorno de calma y control.
Tecnología y características
La joya de la corona es, sin duda, la suspensión Hydractive 3. Este sistema inteligente adaptaba la altura y la firmeza del coche en tiempo real, garantizando un confort soberano en cualquier circunstancia. Más allá de esta proeza de ingeniería, el C5 ofrecía tecnologías avanzadas para su tiempo, como el climatizador automático, múltiples airbags y un ordenador de a bordo que te hacía sentir al mando de una nave muy especial.
Competencia
En un mercado muy competido, el C5 se enfrentó a gigantes como el Ford Mondeo, el Volkswagen Passat o el Renault Laguna. Mientras sus rivales apostaban por el dinamismo o la sobriedad alemana, el Citroën jugaba en su propia liga: la del confort supremo. Ninguno de sus competidores podía ofrecer esa sensación única de viajar en una burbuja, aislado del ruido y las vibraciones.
Conclusión
El Citroën C5 1.8i no es un coche que se elige con la cabeza, sino con el corazón. Es una oda al bienestar, un compañero de viaje infatigable que prioriza el confort de sus ocupantes por encima de todo. Representa la esencia de Citroën, esa capacidad de innovar para hacer la vida a bordo más placentera. Una elección perfecta para quienes entienden que el verdadero lujo no es la velocidad, sino la tranquilidad.




