Especificaciones y análisis del Citroën C4
Potencia
90CV
Par
215Nm
Consumo
4.4l/100
Emisiones
117g/km
0-100 km/h
12.5s
Vel. Máx.
180km/h
Peso
1332kg
Precio
14,250€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 5v
FWD
5 / 5 puertas
320 L
60 L
66 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C4 5p Cool HDi 90 Airdream · 90 CV (2008-2010)
Descripción general
El Citroën C4 de 2008 no era solo un coche, era una declaración de intenciones. En un mercado de compactos a menudo predecible, este C4 con su motor HDi de 90 caballos llegaba para ofrecer un refugio de confort y eficiencia, un compañero fiel que prometía hacer de cada viaje una experiencia serena y económica, con el inconfundible sello de la audacia francesa.
Experiencia de conducción
Al volante, el C4 HDi 90 te envuelve en una atmósfera de calma. Sus 90 caballos y 215 Nm de par no buscan arrancar el asfalto, sino moverte con una suavidad y soltura sorprendentes a bajas revoluciones. Es un coche que invita a una conducción relajada, donde el silencio de marcha y una suspensión que filtra las imperfecciones del camino se convierten en los verdaderos protagonistas. La sensación no es de adrenalina, sino de bienestar y control absoluto en el día a día.
Diseño y estética
Visualmente, el C4 era pura vanguardia. Su silueta redondeada y su amplia superficie acristalada le daban un aspecto moderno y amable. Pero era en el interior donde el corazón latía diferente. El volante de buje fijo, una pieza de ingeniería y diseño que concentraba los mandos sin girar, y la instrumentación digital central, creaban una cabina futurista y única. Sentarse en él era como entrar en una burbuja de diseño que se atrevía a romper con lo establecido.
Tecnología y características
La principal proeza tecnológica de este C4 residía en su equilibrio. El motor 1.6 HDi era un prodigio de eficiencia para su época, logrando consumos increíblemente bajos sin sacrificar la agilidad en ciudad. Más allá del motor, su tecnología se sentía en la experiencia de usuario, con soluciones como el mencionado volante multifunción fijo y el cuadro de instrumentos translúcido, que buscaban simplificar la interacción y crear un ambiente diáfano y avanzado.
Competencia
En la arena de los compactos, luchaba contra gigantes como el Ford Focus, el Renault Mégane o el Volkswagen Golf. Mientras el Focus ofrecía un chasis más dinámico y el Golf una calidad percibida superior, el C4 jugaba sus cartas con una personalidad arrolladora. Su apuesta por un confort de marcha excepcional y un diseño interior que parecía sacado de un prototipo lo diferenciaban claramente, atrayendo a quienes valoraban la originalidad y el bienestar por encima de la deportividad pura.
Conclusión
El Citroën C4 HDi 90 fue una compra inteligente con un alma pasional. Representaba la perfecta simbiosis entre la razón de un motor diésel extraordinariamente económico y la emoción de un diseño que desafiaba las convenciones. No era el más rápido ni el más lujoso, pero ofrecía una personalidad inconfundible y un nivel de confort que convertía cada trayecto en un placer. Un coche que demostró que la vida cotidiana no tiene por qué ser aburrida.




