Citroën C3 1.6i 16V SX · 109 CV (2002)

2002
Gasolina
FWD
Manual 5v
Citroën C3 - Vista 1
Citroën C3 - Vista 2
Citroën C3 - Vista 3
Citroën C3 - Vista 4

Especificaciones y análisis del Citroën C3

Potencia

109CV

Par

147Nm

Consumo

6.5l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

10.7s

Vel. Máx.

192km/h

Peso

1138kg

Precio

13,230

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Manual 5v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

305 L

Depósito

45 L

Potencia

80 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima109 CV / 80 kW
Par máximo147 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónManual 5v

Capacidades

Depósito45 L
Maletero305 L

Análisis detallado del Citroën C3 1.6i 16V SX · 109 CV (2002)

Descripción general

El Citroën C3 de 2002 irrumpió en el asfalto como una bocanada de aire fresco y optimismo. No era solo un coche; era una declaración de intenciones, un vehículo que prometía hacer de cada trayecto urbano una experiencia más amable y alegre, envuelta en el inconfundible encanto del diseño francés.

Experiencia de conducción

Al volante, sus 109 caballos se sienten vivos y dispuestos, moviendo el coche con una agilidad sorprendente en la ciudad. No busca récords de velocidad, pero su motor 1.6 16V responde con brío y te saca una sonrisa en cada aceleración. La suspensión, fiel a la tradición de Citroën, prioriza el confort, filtrando las imperfecciones del camino y convirtiendo el habitáculo en un refugio de tranquilidad. Es un coche que te invita a disfrutar del viaje sin prisas.

Diseño y estética

Su diseño es pura emoción. Con una silueta redondeada y una línea de techo arqueada, el C3 parecía una burbuja de felicidad rodante. Rompió moldes con una estética que se alejaba de las líneas rectas y agresivas de la época, apostando por la simpatía y la funcionalidad. Esa altura extra no solo definía su perfil, sino que regalaba una sensación de espacio y luminosidad interior que pocos coches de su tamaño podían ofrecer.

Tecnología y características

Para su época, el C3 estaba bien resuelto. Su corazón era el motor 1.6 de inyección indirecta, un propulsor fiable y equilibrado que ofrecía un rendimiento notable con un consumo contenido. Aunque hoy su tecnología nos parezca sencilla, elementos como los frenos de disco en las cuatro ruedas o una estructura pensada para la seguridad y el confort demostraban el buen hacer de la marca. Era la tecnología justa y necesaria para crear un coche honesto y eficaz.

Competencia

En el competitivo segmento de los utilitarios, el C3 tuvo que medirse con gigantes como el Peugeot 206, el Renault Clio o el Ford Fiesta. Mientras sus rivales jugaban cartas de deportividad o sobriedad, el Citroën C3 apostó por una personalidad única, conquistando a quienes buscaban diferenciarse y valorar el confort y el espacio por encima de todo. Fue una batalla de estilos en la que su originalidad fue su mejor arma.

Conclusión

El Citroën C3 de primera generación es mucho más que un simple utilitario; es un icono de diseño y confort que dejó una huella imborrable. Representa una época en la que los coches podían ser prácticos sin renunciar a tener alma y carácter. Un vehículo que, aún hoy, se recuerda con cariño por su simpatía, su ingenioso aprovechamiento del espacio y esa sensación de bienestar que solo Citroën sabe imprimir en sus creaciones.