Especificaciones y análisis del Citroën C-Crosser
Potencia
156CV
Par
380Nm
Consumo
7l/100
Emisiones
185g/km
0-100 km/h
9.9s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1790kg
Precio
30,160€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
AWD
5 / 5 puertas
441 L
60 L
115 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C-Crosser 2.2 HDi 160 Seduction · 156 CV (2011-2012)
Descripción general
El Citroën C-Crosser de 2007 es la audaz incursión de la marca francesa en el mundo de los SUV, un vehículo que nace de una colaboración estratégica con Mitsubishi. Representa la fusión del confort y la versatilidad característicos de Citroën con la robusta ingeniería japonesa, creando una propuesta única y llena de carácter para las familias aventureras que no querían renunciar al estilo.
Experiencia de conducción
Al volante, el C-Crosser transmite una sensación de poder y control. Su motor diésel 2.2 HDi de 156 CV empuja con una fuerza contundente desde bajas revoluciones, gracias a sus 380 Nm de par. La caja de cambios manual de seis velocidades permite exprimir su potencial, mientras que la tracción total conectable te invita a abandonar el asfalto con confianza. Es un coche que se siente tan cómodo en largos viajes por autopista, donde su aplomo es soberbio, como en caminos rurales, demostrando una polivalencia que enamora.
Diseño y estética
Su diseño exterior es una declaración de intenciones: robusto y elegante a la vez. Los imponentes chevrones de Citroën se integran en un frontal poderoso que no pasa desapercibido. Por dentro, el espacio es el protagonista, con un habitáculo pensado para la vida familiar, práctico y bien resuelto, aunque sin los alardes de diseño de otros modelos de la marca. Es un refugio funcional y espacioso, listo para cualquier plan.
Tecnología y características
La tecnología del C-Crosser se centra en la eficacia y la seguridad. Su principal argumento es el sistema de tracción total con selector de modo, que permite adaptar el coche a las condiciones del terreno con un simple giro de ruleta. Aunque no cuenta con las pantallas y asistentes de hoy, su equipamiento de la época, con control de estabilidad y un sistema de sonido competente, cumplía con creces para ofrecer viajes seguros y amenos.
Competencia
En su época, el C-Crosser se midió con gigantes del segmento como el Nissan X-Trail, el Toyota RAV4 o el Honda CR-V. Sin embargo, sus rivales más directos eran sus propios hermanos de plataforma, el Mitsubishi Outlander, del que deriva directamente, y el Peugeot 4007, compartiendo con ellos una base mecánica excelente pero aportando el inconfundible toque de diseño francés.
Conclusión
El Citroën C-Crosser es mucho más que un simple SUV; es un compañero de viaje fiable, espacioso y sorprendentemente capaz. Fue una apuesta valiente y acertada que ofreció a los clientes de la marca una opción polivalente y robusta. Hoy en día, sigue siendo una opción inteligente para quien busca un vehículo duradero y versátil, un coche que combina la lógica de la ingeniería japonesa con la emoción del espíritu aventurero de Citroën.




