Especificaciones y análisis del Citroën C-Crosser
Potencia
156CV
Par
380Nm
Consumo
7l/100
Emisiones
185g/km
0-100 km/h
9.9s
Vel. Máx.
200km/h
Peso
1790kg
Precio
26,881€
Resumen técnico
Gasóleo
Manual 6v
AWD
5 / 5 puertas
441 L
60 L
115 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Citroën C-Crosser 2.2 HDi 160 FAP XTR · 156 CV (2009-2010)
Descripción general
El Citroën C-Crosser representa la audaz entrada de la marca francesa en el competitivo mundo de los SUV. Nacido de una colaboración estratégica con Mitsubishi, este vehículo no es solo un coche, es una declaración de versatilidad y aventura, fusionando la fiabilidad japonesa con el inconfundible 'charme' de Citroën para crear un compañero de viaje excepcional.
Experiencia de conducción
Al volante, el C-Crosser transmite una sensación de poder y control. Su motor diésel 2.2 HDi de 156 CV empuja con una fuerza contundente desde bajas revoluciones, haciendo que cada adelantamiento sea un mero trámite. La tracción total seleccionable te infunde una confianza inquebrantable, ya sea devorando kilómetros de autopista con un aplomo soberbio o explorando caminos de tierra donde otros dudarían. Es un coche que se siente robusto, seguro y sorprendentemente ágil para su tamaño.
Diseño y estética
Su diseño es una mezcla magistral de robustez y elegancia. Las líneas musculosas y la elevada altura al suelo proclaman su capacidad aventurera, mientras que la parrilla con los icónicos chevrones de Citroën le otorga una personalidad única y distinguida. Por dentro, el espacio es el protagonista, con una modularidad pensada para la vida real y un maletero generoso que invita a la escapada. Es un refugio práctico y confortable.
Tecnología y características
Más allá de su apariencia, el C-Crosser esconde una tecnología inteligente. El corazón del sistema es su tracción total con modos seleccionables (2WD, 4WD Auto y 4WD Lock), que permite adaptar el coche a cualquier condición con solo girar un dial. El motor, con inyección directa por conducto común y turbo de geometría variable, era una pieza de ingeniería avanzada para su época, logrando un equilibrio admirable entre prestaciones y consumo.
Competencia
En su lanzamiento, el C-Crosser se enfrentó a sus propios hermanos de plataforma, el Mitsubishi Outlander y el Peugeot 4007, cada uno con su propio carácter. Más allá de la familia, compitió cara a cara con gigantes establecidos como el Toyota RAV4, el Honda CR-V y el Nissan X-Trail, ofreciendo una alternativa con un toque de diseño y exclusividad francesa.
Conclusión
El Citroën C-Crosser es mucho más que un simple SUV; es un vehículo polifacético que cumplió con creces su misión. Ofreció a las familias una solución espaciosa, segura y capaz de salir del asfalto, todo ello envuelto en un diseño atractivo y con la garantía de una mecánica fiable. Un coche que, aunque discreto en el mercado, dejó una huella de competencia y versatilidad.




