Especificaciones y análisis del Chrysler Voyager
Potencia
152CV
Par
226Nm
Consumo
9.8l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
-s
Vel. Máx.
183km/h
Peso
-kg
Precio
32,539€
Resumen técnico
Gasolina
Manual 5v
FWD
7 / 5 puertas
1554 L
75 L
112 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Chrysler Grand Voyager SE 2.4 · 152 CV (2004)
Descripción general
El Chrysler Grand Voyager de 2004 es más que un simple monovolumen; es el epítome del sueño americano sobre ruedas para la familia. Un vehículo concebido para devorar kilómetros con una comodidad soberbia, donde el espacio no es un lujo, sino el punto de partida. Representa una era en la que los viajes por carretera se convertían en aventuras memorables, con sitio de sobra para todos y todo.
Experiencia de conducción
Al volante, el Grand Voyager transmite una sensación de dominio y tranquilidad. Su motor de 2.4 litros y 152 caballos mueve su considerable masa con una calma deliberada, sin pretensiones deportivas. La conducción es suave, filtrando las imperfecciones del asfalto para crear una atmósfera de salón rodante. Es un vehículo que invita a una conducción relajada, donde el placer no está en la velocidad, sino en el confort del viaje y la compañía.
Diseño y estética
Su diseño es una declaración de intenciones: funcionalidad y presencia. Con más de cinco metros de largo, sus líneas son imponentes y clásicas, priorizando la habitabilidad interior por encima de cualquier otra consideración estética. Por dentro, la modularidad y el espacio son los reyes, con asientos que se pueden configurar o extraer para transformar el habitáculo en una enorme zona de carga. Es un diseño honesto, pensado por y para la vida familiar.
Tecnología y características
La tecnología a bordo refleja la filosofía de su época, centrada en lo esencial y lo funcional. No encontrarás pantallas táctiles ni asistentes de conducción avanzados, sino un equipamiento robusto pensado para durar y ser fácil de usar. El aire acondicionado, un sistema de sonido competente y los elementos de seguridad básicos como el ABS eran suficientes para garantizar viajes cómodos y seguros, sin las distracciones digitales de hoy en día.
Competencia
En su apogeo, el Grand Voyager se enfrentó a una dura competencia europea, como el Renault Espace, el Peugeot 807 o el Volkswagen Sharan. Mientras sus rivales apostaban por la eficiencia y un comportamiento más dinámico, el Chrysler jugaba en su propia liga: la del confort absoluto y el espacio sin concesiones. Era la batalla entre el pragmatismo europeo y la opulencia confortable americana.
Conclusión
El Chrysler Grand Voyager SE 2.4 es un vehículo con un alma inconfundible. Es una oda a los viajes en familia, un refugio de confort y espacio que hoy evoca una profunda nostalgia. Aunque su consumo y tecnología no compiten con los estándares actuales, su encanto reside en su honestidad y su capacidad para crear recuerdos. Es, y siempre será, uno de los grandes iconos del transporte familiar.




