Especificaciones y análisis del Chrysler Voyager
Potencia
158CV
Par
275Nm
Consumo
12.2l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
11.8s
Vel. Máx.
177km/h
Peso
1705kg
Precio
30,712€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
7 / - puertas
450 L
75 L
116 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Chrysler Voyager LE 3.3 · 158 CV (2000-2001)
Descripción general
El Chrysler Voyager no es solo un monovolumen, es el icono que definió una categoría entera. Nacido para surcar las vastas carreteras americanas, este vehículo llegó a Europa para convertirse en el sinónimo de viaje en familia, un hogar sobre ruedas donde cada trayecto se transforma en una aventura compartida. Su espíritu es el de la libertad, el espacio y el confort sin concesiones.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del Voyager es una invitación a la calma. Su motor V6 de 3.3 litros susurra con una suavidad embriagadora, entregando sus 158 caballos sin estridencias, gestionados por un cambio automático que prioriza la fluidez sobre la rapidez. No busques deportividad; aquí todo está diseñado para el confort. La suspensión absorbe las irregularidades del asfalto con una eficacia notable, meciendo a los pasajeros en un viaje placentero, aunque su elevado consumo te recuerda constantemente su origen y su generoso corazón mecánico.
Diseño y estética
Su diseño es una declaración de intenciones: la función por encima de la forma. Sus líneas, aunque suavizadas en esta generación, gritan practicidad y espacio. Es un vehículo imponente, con una presencia que inspira confianza y una arquitectura pensada desde dentro hacia fuera. Cada centímetro de sus 4,73 metros está optimizado para acoger a siete pasajeros y su equipaje con una holgura que hoy en día es difícil de encontrar, creando una atmósfera de salón rodante.
Tecnología y características
La tecnología del Voyager de principios de milenio era pragmática y robusta. No encontrarás pantallas táctiles ni asistentes de conducción complejos. Su lujo residía en elementos como el cambio automático, la dirección asistida y un sistema de climatización eficaz. El corazón del coche, su motor V6, es una pieza de ingeniería clásica y duradera, con bloque de hierro y una concepción sencilla que busca la fiabilidad por encima de la eficiencia. Es tecnología probada, pensada para durar.
Competencia
En el mercado europeo, el Voyager se enfrentó a titanes como el Renault Espace, el rey indiscutible del viejo continente. También tuvo que medirse con el trío formado por el SEAT Alhambra, el Volkswagen Sharan y el Ford Galaxy, que ofrecían un enfoque más europeo en cuanto a dinamismo y motorizaciones diésel. Frente a ellos, el Chrysler oponía su inimitable encanto americano, un confort de marcha superior y la exclusividad de su motor V6 de gasolina.
Conclusión
El Chrysler Voyager es más que un coche; es un capítulo en la historia del automóvil y en la vida de muchas familias. Representa una forma de entender los viajes, donde el destino es tan importante como el propio trayecto. A pesar de su sed de combustible y su manejo sosegado, su legado es imborrable: el de haber sido el refugio espacioso y confortable para innumerables recuerdos. Un clásico que evoca nostalgia y la promesa de horizontes lejanos.




