Chrysler PT Cruiser Classic 2.0 Aut. · 141 CV (2000-2001)

2000
Gasolina
FWD
Automático 4v
Chrysler PT Cruiser - Vista 1
Chrysler PT Cruiser - Vista 2
Chrysler PT Cruiser - Vista 3
Chrysler PT Cruiser - Vista 4

Especificaciones y análisis del Chrysler PT Cruiser

Potencia

141CV

Par

188Nm

Consumo

9.8l/100

Emisiones

-g/km

0-100 km/h

8.9s

Vel. Máx.

187km/h

Peso

1421kg

Precio

21,059

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 4v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

538 L

Depósito

57 L

Potencia

104 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima141 CV / 104 kW
Par máximo188 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 4v

Capacidades

Depósito57 L
Maletero538 L

Análisis detallado del Chrysler PT Cruiser Classic 2.0 Aut. · 141 CV (2000-2001)

Descripción general

El Chrysler PT Cruiser no es solo un coche, es una declaración de principios rodante que llegó en el año 2000 para romper con la monotonía. Con un alma profundamente americana, este vehículo se atrevió a fusionar la funcionalidad de un monovolumen compacto con la estética evocadora de los hot-rods de los años 30, creando una pieza de nostalgia que podías usar todos los días. Fue un soplo de aire fresco, un coche con una personalidad arrolladora destinado a quienes no temen ser diferentes.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del PT Cruiser es como viajar en el tiempo. Su motor de 2.0 litros y 141 caballos, acoplado a una tranquila caja automática de 4 velocidades, invita a una conducción sosegada, a disfrutar del paisaje y de la música. No busca la adrenalina de la velocidad, sino el placer del paseo. La suspensión, aunque sencilla, ofrece un confort de marcha notable en carretera, y su elevada postura de conducción te otorga una visibilidad magnífica, haciéndote sentir al mando de un vehículo especial y con carácter.

Diseño y estética

Aquí reside el corazón y el alma del PT Cruiser. Su diseño es una oda al pasado, un ejercicio de estilo retro que enamora o genera rechazo, pero nunca indiferencia. Los guardabarros prominentes, la parrilla cromada y esa silueta inconfundible lo convierten en un icono instantáneo. Por dentro, la magia continúa con detalles como el pomo del cambio en forma de bola de billar y un salpicadero que juega con los colores de la carrocería. Es un diseño que no solo es bello, sino también increíblemente inteligente, ofreciendo un espacio interior y un maletero de 538 litros sorprendentemente generosos para su tamaño.

Tecnología y características

Tecnológicamente, el PT Cruiser es un fiel reflejo de su época. Ofrecía lo necesario para un viaje cómodo y seguro a principios de siglo, sin las complejidades de los sistemas actuales. Su mecánica es robusta y probada: un motor de inyección indirecta, una transmisión automática convencional y una configuración de chasis que prioriza la durabilidad y el confort sobre el rendimiento deportivo, combinando una suspensión delantera McPherson con un eje rígido trasero y frenos de tambor. Es la sencillez tecnológica al servicio de la fiabilidad.

Competencia

El PT Cruiser jugó en una liga propia. Por su atrevimiento estético, era difícil encontrarle un rival directo. Podría medirse con monovolúmenes compactos como el Renault Scénic por su versatilidad y espacio interior, pero su alma era completamente distinta. Quizás su competidor más cercano en espíritu fue el Volkswagen New Beetle, otro coche que apelaba a la nostalgia, aunque el Chrysler ofrecía un nivel de practicidad y espacio familiar muy superior, creando un nicho de mercado que prácticamente inauguró y dominó.

Conclusión

El Chrysler PT Cruiser es un coche que se compra con el corazón. Es la prueba de que la funcionalidad no tiene por qué estar reñida con la emoción y el estilo. Aunque su tecnología y prestaciones puedan parecer modestas hoy en día, su encanto perdura intacto. Representa una época valiente en el diseño automotriz y se ha ganado por derecho propio el estatus de clásico de culto, un vehículo que siempre conseguirá sacar una sonrisa a su paso y que llenará de orgullo a su propietario.