Especificaciones y análisis del Chrysler Grand Voyager
Potencia
163CV
Par
360Nm
Consumo
8.4l/100
Emisiones
222g/km
0-100 km/h
12.8s
Vel. Máx.
185km/h
Peso
2100kg
Precio
55,120€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
7 / 5 puertas
- L
76 L
120 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Chrysler Grand Voyager Limited 2.8 CRD · 163 CV (2008-2010)
Descripción general
El Chrysler Grand Voyager de 2008 no es solo un monovolumen, es la materialización del sueño americano de viajar en familia. Con su motor 2.8 CRD de 163 caballos, este gigante de la carretera se presenta como un salón rodante, diseñado para devorar kilómetros con un confort y espacio que marcaron una época. Es un vehículo que evoca libertad y grandes aventuras en cada uno de sus más de cinco metros de longitud.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del Grand Voyager es una experiencia de dominio y serenidad. La altura de conducción te da una perspectiva imperial de la carretera, mientras que el motor diésel empuja con un par generoso de 360 Nm desde bajas vueltas, moviendo su considerable masa con una soltura sorprendente y sin estridencias. No busca la deportividad, sino la fluidez de un crucero transatlántico. La suspensión absorbe las irregularidades con suavidad, aislando a los pasajeros en una burbuja de tranquilidad, haciendo que los viajes largos se sientan cortos y placenteros.
Diseño y estética
Su diseño es una declaración de intenciones: funcional, imponente y sin complejos. Las formas cuadradas y las líneas rectas no buscan la belleza efímera, sino la máxima optimización del espacio interior. Es un diseño honesto que prioriza la habitabilidad y la versatilidad por encima de todo. El frontal cromado y su enorme carrocería le otorgan una presencia inconfundible en la carretera, un coloso que promete protección y cobijo para toda la familia. Por dentro, es un prodigio de modularidad, un espacio que se transforma para adaptarse a cualquier necesidad.
Tecnología y características
Para su época, la versión Limited representaba un alto nivel de equipamiento tecnológico. Elementos como las puertas laterales y el portón trasero con apertura eléctrica, o un sistema de entretenimiento para las plazas traseras, eran lujos que hacían la vida a bordo mucho más fácil y entretenida. El cambio automático de 6 velocidades contribuye a una conducción relajada. Sin embargo, su corazón tecnológico, el motor 2.8 CRD, aunque robusto, refleja los estándares de una década pasada en cuanto a emisiones y refinamiento.
Competencia
En el mercado europeo, se enfrentó a duros competidores como el Renault Espace, el Ford Galaxy o el dúo Volkswagen Sharan/SEAT Alhambra. Estos rivales solían ofrecer un comportamiento dinámico más ágil y motorizaciones más eficientes. Sin embargo, ninguno podía igualar la sensación de espacio abrumador, la modularidad de sus asientos y ese carácter único y genuinamente americano que siempre ha sido el gran argumento emocional del Grand Voyager.
Conclusión
El Chrysler Grand Voyager es un vehículo con alma, un compañero fiel para familias que entienden el viaje como parte de la aventura. Es la elección del corazón para quien valora el espacio y el confort por encima de las prestaciones puras o el consumo. Aunque el tiempo ha pasado, su concepto sigue vigente: ofrecer un santuario sobre ruedas para crear recuerdos imborrables. Es más que un coche, es un capítulo en la historia de muchas familias.