Especificaciones y análisis del Chrysler 300M
Potencia
252CV
Par
340Nm
Consumo
11.5l/100
Emisiones
-g/km
0-100 km/h
8.8s
Vel. Máx.
230km/h
Peso
1660kg
Precio
44,649€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 4v
FWD
5 / 4 puertas
530 L
64 L
185 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Chrysler 300M 3.5 · 252 CV (2001-2004)
Descripción general
El Chrysler 300M es la encarnación del sueño americano adaptado para las carreteras europeas. Una berlina imponente que no pide permiso, sino que se adueña del asfalto con la fuerza de su motor V6 y un estilo inconfundible. Subirse a él es transportarse a una época en la que el carácter y la potencia definían un coche de lujo, una declaración de intenciones rodante que evoca libertad y poder.
Experiencia de conducción
Al volante, el 300M te envuelve en una burbuja de confort y poderío. El empuje de sus 252 caballos es contundente y el sonido del motor V6 es una melodía adictiva que te invita a devorar kilómetros. No es un deportivo ágil, es un crucero transatlántico para la carretera; su aplomo en vías rápidas es soberbio, transmitiendo una sensación de seguridad y dominio absolutos. La transmisión automática de cuatro velocidades, aunque algo pausada, contribuye a una conducción relajada y placentera, ideal para largos viajes sin fatiga.
Diseño y estética
Su diseño 'cab-forward' fue una audacia estilística que maximizó el espacio interior y le otorgó una silueta única y aerodinámica. Con sus cinco metros de longitud y una mirada agresiva, el Chrysler 300M posee una presencia magnética que sigue girando cabezas. Cada línea de su carrocería habla de ambición y elegancia, una fusión perfecta entre la opulencia americana y un refinamiento pensado para gustar en el viejo continente. Es un coche que ha envejecido con una dignidad admirable.
Tecnología y características
Tecnológicamente, el 300M es un hijo de su tiempo. Su corazón es un robusto motor 3.5 V6 de aluminio, una pieza de ingeniería fiable y duradera. El equipamiento de confort era generoso para la época, con asientos de cuero eléctricos y climatizador. Sin embargo, carece de las ayudas a la conducción y la conectividad modernas, lo que nos recuerda una era en la que la experiencia de conducir era más pura y directa, centrada en la conexión mecánica entre el hombre y la máquina.
Competencia
En su momento, se atrevió a mirar de tú a tú a las grandes berlinas alemanas como el BMW Serie 5 o el Mercedes-Benz Clase E. El Chrysler 300M jugaba sus cartas ofreciendo más espacio, un equipamiento de serie más completo y la exclusividad de su diseño americano por un precio más competitivo. Aunque no podía igualar la finura dinámica de sus rivales europeos, conquistaba por su arrolladora personalidad y su excepcional confort de marcha.
Conclusión
El Chrysler 300M no es una elección racional, es una decisión puramente emocional. Es un coche para nostálgicos y para quienes valoran la singularidad y el placer de conducir un gran motor atmosférico. Representa una audaz y carismática alternativa a la sobriedad europea, un vehículo con alma que ofrece una experiencia de viaje en primera clase. Poseerlo hoy es un tributo a una forma de entender el automóvil que, lamentablemente, ya no volverá.




