Especificaciones y análisis del Cadillac XLR
Potencia
450CV
Par
561Nm
Consumo
14.9l/100
Emisiones
354g/km
0-100 km/h
5s
Vel. Máx.
250km/h
Peso
1803kg
Precio
100,690€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 6v
RWD
2 / 2 puertas
328 L
68 L
331 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Cadillac XLR-V 4.4 Aut. Supercharged · 450 CV (2008-2010)
Descripción general
El Cadillac XLR-V no es solo un coche, es una declaración de intenciones. La máxima expresión del lujo y la potencia americana de su época, un roadster que se atrevió a mirar de frente a los titanes europeos con un corazón V8 sobrealimentado latiendo bajo su afilado capó.
Experiencia de conducción
Ponerse a sus mandos es una experiencia visceral. El rugido del compresor al pisar el acelerador es adictivo, catapultándote hacia el horizonte con una fuerza de 450 CV que te pega al asiento. No es solo la velocidad bruta; es la sensación de control y poderío, un gran turismo con alma de 'muscle car' que devora kilómetros con un aplomo y una banda sonora inolvidables.
Diseño y estética
Su diseño es puro drama y vanguardia, una escultura rodante nacida del lenguaje 'Art and Science' de Cadillac. Líneas tensas y angulosas que fluyen desde un frontal imponente hasta una zaga rotunda, todo ello coronado por un techo duro retráctil que lo transforma de un coupé escultural a un descapotable espectacular en segundos. Es inconfundible, audaz y elegantemente agresivo.
Tecnología y características
Bajo su piel de diseño se esconde una ingeniería avanzada para su tiempo. El motor V8 'Northstar' sobrealimentado es la joya de la corona, gestionado por una transmisión automática de seis velocidades que busca el equilibrio entre confort y deportividad. Suspensiones de paralelogramo deformable y un chasis avanzado aseguran un comportamiento dinámico a la altura, mientras que su interior te envuelve en lujo y tecnología de la época.
Competencia
El XLR-V plantó cara sin complejos a la aristocracia europea de los descapotables de altas prestaciones. En su punto de mira estaban leyendas como el Mercedes-Benz SL 55 AMG, el Jaguar XKR Convertible y el BMW Serie 6. Ofrecía una alternativa exótica y genuinamente americana, con un carácter único que lo diferenciaba de la precisión teutona o la elegancia británica.
Conclusión
El Cadillac XLR-V es más que un coche; es una pieza de coleccionista, un audaz experimento que fusionó el lujo americano con prestaciones de superdeportivo. Una máquina pasional, rara y con un carácter arrollador que, aunque no conquistó el mundo, sí conquistó el corazón de quienes aprecian la exclusividad y la potencia sin filtros. Un clásico moderno destinado a ser recordado.




