Especificaciones y análisis del Cadillac SRX
Potencia
268CV
Par
302Nm
Consumo
11.6l/100
Emisiones
269g/km
0-100 km/h
8.4s
Vel. Máx.
210km/h
Peso
1981kg
Precio
59,068€
Resumen técnico
Gasolina
Automático 6v
AWD
5 / 5 puertas
537 L
79 L
197 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Cadillac SRX Elegance 3.0 V6 Aut. AWD · 268 CV (2010-2011)
Descripción general
El Cadillac SRX de 2011 es la audaz apuesta americana en el corazón del segmento SUV de lujo europeo. Un vehículo que no pide permiso, que irrumpe con la fuerza de su motor V6 de 268 caballos y un diseño que es pura declaración de intenciones. Es la encarnación del lujo y la opulencia del otro lado del Atlántico, adaptado para conquistar nuevas miradas.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del SRX es una experiencia sensorial. El V6 atmosférico empuja con una suavidad contundente, un torrente de potencia lineal que te pega al asiento mientras el cambio automático gestiona la fuerza con discreción. A pesar de su tamaño, se siente aplomado y seguro gracias a la tracción total, transmitiendo una inmensa sensación de control y confort. No es un deportivo, es un crucero de lujo para devorar kilómetros, donde el silencio a bordo solo es interrumpido por el noble rugido del motor cuando se le exige.
Diseño y estética
Su carrocería es una escultura de líneas tensas y ángulos afilados, un lenguaje de diseño inconfundiblemente Cadillac. La imponente parrilla cromada, los faros verticales y una silueta musculosa le otorgan una presencia en la carretera que intimida y fascina a partes iguales. Por dentro, te abraza un ambiente de lujo clásico, con materiales de calidad y un espacio generoso que invita a viajar. Es un coche que no solo se conduce, se exhibe.
Tecnología y características
Para su época, el SRX ofrecía un arsenal tecnológico centrado en el confort y el entretenimiento. La pantalla emergente del sistema de infoentretenimiento era un detalle distintivo, gobernando la navegación y un sistema de sonido de alta fidelidad. Aunque hoy sus interfaces puedan parecer anticuadas, elementos como la tracción integral inteligente o la suspensión adaptativa demostraban un notable esfuerzo de ingeniería para ofrecer una conducción refinada y segura.
Competencia
En un mercado dominado por titanes alemanes como el Audi Q5, el BMW X3 o el Mercedes-Benz GLK, el Cadillac SRX se erigía como la alternativa exótica y diferente. Mientras sus rivales apostaban por la eficiencia y la dinámica deportiva, el SRX jugaba la carta del confort supremo, el diseño rompedor y la exclusividad de una marca con un aura casi mítica en Europa. Era la elección para quien no quería seguir al rebaño.
Conclusión
El Cadillac SRX es un coche con un alma inmensa. Es una oda a una forma de entender el automovilismo que hoy se desvanece: motores grandes, diseño sin complejos y un confort soberbio. Su elevado consumo es el peaje a pagar por su carácter único y su potencia atmosférica. No es una compra racional, es una decisión puramente emocional para quien busca un SUV con una personalidad arrolladora y el placer de conducir algo verdaderamente especial.




