Especificaciones y análisis del Cadillac BLS
Potencia
150CV
Par
320Nm
Consumo
6.7l/100
Emisiones
188g/km
0-100 km/h
11.5s
Vel. Máx.
195km/h
Peso
-kg
Precio
39,530€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
FWD
5 / 5 puertas
419 L
58 L
110 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del Cadillac BLS Wagon 1.9D 150cv Elegance Aut. 6 vel. (2008-2010)
Descripción general
El Cadillac BLS Wagon fue un audaz intento de conquistar el corazón de Europa, un sueño americano vestido con el pragmatismo de una carrocería familiar. Nacido de una plataforma compartida con el Saab 9-3, este coche representaba una fusión cultural fascinante: el estilo afilado y distintivo de Cadillac sobre una base de ingeniería sueca, buscando un hueco en un segmento dominado por los alemanes. Era una declaración de intenciones, una alternativa para quienes no temían salirse del camino marcado.
Experiencia de conducción
Al volante, el BLS Wagon transmite una sensación de solidez y confort de marcha. Su motor diésel de 150 caballos, de origen europeo, empuja con suficiencia para viajar sin agobios, aunque su sonido delata su naturaleza y contrasta con la opulencia que sugiere el emblema. La caja automática de 6 velocidades suaviza la entrega de potencia, invitando a una conducción relajada y placentera en largos trayectos. No es un deportivo, sino un crucero transcontinental que devora kilómetros con aplomo, ofreciendo un refugio de tranquilidad en el asfalto.
Diseño y estética
Visualmente, el BLS Wagon es inconfundiblemente Cadillac. Su diseño 'Art & Science' de líneas tensas y ángulos marcados, con sus faros y pilotos verticales y su imponente parrilla cromada, le otorgan una presencia única que rompe moldes. Es una escultura rodante que envejece con una dignidad especial, atrayendo miradas por su exotismo. El interior, aunque bien equipado, no alcanza el mismo nivel de audacia, revelando sus raíces compartidas en una disposición más funcional que lujosa, pero siempre acogedora.
Tecnología y características
Para su época, el BLS Wagon ofrecía un equipamiento tecnológico correcto, centrado en el confort y la seguridad. Contaba con elementos como un sistema de climatización eficaz, un equipo de sonido de calidad y, por supuesto, la seguridad inherente a su plataforma sueca, con múltiples airbags y un chasis robusto. La conectividad era la propia de finales de los 2000, sin las pantallas táctiles actuales, pero con todo lo necesario para hacer el viaje ameno. La transmisión automática de seis marchas era un elemento de confort muy apreciado.
Competencia
La batalla del Cadillac BLS Wagon se libró en el territorio más competido del mercado premium europeo. Se enfrentó sin complejos a los titanes alemanes como el Audi A4 Avant, el BMW Serie 3 Touring y el Mercedes-Benz Clase C Estate. Además, competía directamente con su primo hermano, el Saab 9-3 SportHatch, y con otras alternativas de prestigio como el Volvo V50. Su principal argumento era la exclusividad y un diseño diferente frente a la sobriedad de sus rivales.
Conclusión
El Cadillac BLS Wagon es más que un coche; es una pieza de coleccionista para el conductor inconformista. Representa un capítulo valiente y singular en la historia de Cadillac, un puente entre dos continentes que no logró el éxito comercial esperado pero que hoy se valora por su rareza y personalidad. Es la elección perfecta para quien busca un familiar práctico y fiable con un alma diferente, un coche que cuenta una historia de ambición y audacia cada vez que sale a la carretera.