Especificaciones y análisis del BMW X6
Potencia
286CV
Par
580Nm
Consumo
8.3l/100
Emisiones
220g/km
0-100 km/h
6.9s
Vel. Máx.
236km/h
Peso
2185kg
Precio
69,100€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 6v
AWD
4 / 5 puertas
570 L
85 L
210 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del BMW X6 xDrive35d · 286 CV (2008-2010)
Descripción general
El BMW X6 de 2008 no fue simplemente un coche nuevo; fue la audaz creación de un segmento. BMW lo llamó Sports Activity Coupé, una declaración de intenciones que fusionaba la imponente presencia de un SUV con la silueta seductora y deportiva de un coupé. Conducirlo era, y sigue siendo, una forma de destacar, de elegir un camino donde la potencia y el estilo desafían las convenciones.
Experiencia de conducción
Al volante, el X6 xDrive35d es una tormenta de sensaciones controladas. Sus 286 caballos y un descomunal par de 580 Nm te pegan al asiento con una contundencia que no esperas de un vehículo diésel de su tamaño. La tracción total xDrive, combinada con la transmisión automática, transmite una seguridad y un aplomo absolutos, permitiéndote devorar curvas con una agilidad sorprendente. Es un gigante que baila con la precisión de un atleta.
Diseño y estética
Su diseño es pura provocación. Una carrocería musculosa y elevada se rinde ante una caída de techo dramática, creando una silueta que rompió todos los esquemas. Es imponente desde cualquier ángulo, con una parrilla agresiva y una zaga que grita deportividad. Por dentro, el ambiente es inequívocamente BMW: un lujo centrado en el conductor, con materiales de alta calidad y una ergonomía perfecta. Sin embargo, su audacia exterior tiene un precio en la practicidad, ofreciendo solo cuatro plazas.
Tecnología y características
En su época, el X6 era un escaparate tecnológico. El corazón de su dinamismo residía en el sistema de tracción total xDrive con Dynamic Performance Control, una maravilla que distribuía el par para una agilidad sin precedentes. Su motor diésel de 3.0 litros con doble turbo era un prodigio de eficiencia y potencia, mientras que el sistema iDrive centralizaba el control del vehículo en una interfaz que marcaba el futuro de la interacción hombre-máquina.
Competencia
Cuando el X6 llegó, caminaba prácticamente solo. Mientras que rivales como el Porsche Cayenne o el Mercedes-Benz Clase ML ofrecían un rendimiento excepcional en un formato SUV más tradicional, ninguno se atrevía a sacrificar la funcionalidad por un diseño tan radical. El Infiniti FX se acercaba en concepto, pero el BMW X6 forjó su propio nicho, obligando al resto de la industria a seguir sus pasos años después.
Conclusión
El BMW X6 xDrive35d de primera generación es mucho más que un coche; es un icono de audacia. Representa la decisión de priorizar la emoción, el diseño y las prestaciones por encima de la máxima practicidad. Es un vehículo para quien no quiere pasar desapercibido, para quien disfruta de la potencia y el control en un envoltorio único. Una obra de ingeniería que, más de una década después, sigue girando cabezas.




