Especificaciones y análisis del BMW X5
Potencia
381CV
Par
740Nm
Consumo
6.6l/100
Emisiones
173g/km
0-100 km/h
5.3s
Vel. Máx.
250km/h
Peso
2265kg
Precio
106,700€
Resumen técnico
Gasóleo
Automático 8v
AWD
5 / 5 puertas
650 L
85 L
280 kW
Actual
Especificaciones técnicas
Motor
Capacidades
Análisis detallado del BMW X5 M50d · 381 CV (2014-2018)
Descripción general
El BMW X5 M50d no es un SUV cualquiera; es una declaración de intenciones, una obra maestra de la ingeniería alemana de una era en la que el diésel podía ser sinónimo de prestaciones extremas. Representa la cúspide de la gama X5 de su generación, un vehículo que fusiona la practicidad de un todocamino de lujo con el corazón y el alma de un deportivo M Performance, creando una experiencia de conducción única y adictiva.
Experiencia de conducción
Ponerse al volante del X5 M50d es sentir una fuerza de la naturaleza bajo el pie derecho. Los 740 Nm de par te aplastan contra el asiento con una inmediatez brutal, casi violenta, gracias a su innovador sistema de tres turbos. La aceleración es implacable y el motor de seis cilindros emite un bramido grave y poderoso que te hace olvidar que estás conduciendo un diésel. A pesar de su peso y tamaño, se mueve con una agilidad sorprendente, trazando curvas con una precisión que desafía la física, gracias a la tracción total xDrive y a una puesta a punto del chasis simplemente soberbia.
Diseño y estética
Su estética es imponente y atlética. Las líneas musculosas del X5 se ven realzadas por los detalles específicos del paquete M Performance, que le otorgan una presencia agresiva pero sin perder la elegancia inherente de BMW. Las enormes llantas y las salidas de escape trapezoidales anuncian su potencial. Por dentro, te recibe un ambiente de lujo y deportividad, con materiales de altísima calidad, asientos que te abrazan y un puesto de conducción perfectamente orientado al conductor, creando una burbuja de confort y control absoluto.
Tecnología y características
El corazón tecnológico de esta bestia es su motor diésel de 3.0 litros con triple turbocompresor, una proeza de la ingeniería diseñada para ofrecer una respuesta instantánea a cualquier régimen. Este se acopla a la brillante transmisión automática de 8 velocidades y al sistema de tracción total xDrive, que distribuye la potencia de forma inteligente para garantizar el máximo agarre. La suspensión adaptativa M y la dirección activa eran claves para su increíble dinámica, transformando un pesado SUV en un ágil devorador de asfalto.
Competencia
En su época, pocos podían mirar de frente al X5 M50d. Sus principales competidores eran otros titanes del diésel de altas prestaciones como el Porsche Cayenne S Diesel, con su poderoso V8, y el Audi SQ7 TDI, que también jugaba en la liga de la sobrealimentación avanzada. Cada uno ofrecía su propia interpretación del SUV superdeportivo, pero el BMW siempre destacó por su equilibrio casi perfecto entre agilidad, brutalidad y usabilidad diaria.
Conclusión
El BMW X5 M50d es más que un coche; es una experiencia inolvidable y un hito en la historia del motor diésel. Es la prueba de que se puede tener todo: la versatilidad de un gran SUV familiar, el lujo de una berlina de representación y las prestaciones de un auténtico deportivo. Un lobo con piel de cordero que te emociona en cada aceleración y te mima en cada viaje largo. Un futuro clásico que representa el cénit de una tecnología hoy en retirada.




