BMW 218i Active Tourer Aut. · 136 CV (2014-2015)

2014
Gasolina
FWD
Automático 6v
BMW Serie 2 Active Tourer - Vista 1
BMW Serie 2 Active Tourer - Vista 2
BMW Serie 2 Active Tourer - Vista 3
BMW Serie 2 Active Tourer - Vista 4

Especificaciones y análisis del BMW Serie 2 Active Tourer

Potencia

136CV

Par

220Nm

Consumo

5.1l/100

Emisiones

119g/km

0-100 km/h

9.2s

Vel. Máx.

205km/h

Peso

1435kg

Precio

30,727

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 6v

Tracción

FWD

Plazas

5 / 5 puertas

Maletero

468 L

Depósito

61 L

Potencia

100 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima136 CV / 100 kW
Par máximo220 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito61 L
Maletero468 L

Análisis detallado del BMW 218i Active Tourer Aut. · 136 CV (2014-2015)

Descripción general

El BMW Serie 2 Active Tourer de 2014 representó una auténtica revolución para la marca bávara, una audaz incursión en el territorio de los monovolúmenes compactos. Con este modelo, BMW rompía dos de sus dogmas más sagrados: la propulsión trasera y la ausencia de vehículos familiares de este tipo en su gama. El 218i Active Tourer se presentaba como una puerta de acceso a un nuevo concepto de BMW, uno que prometía la versatilidad y el espacio que una familia necesita, sin renunciar al aura premium y al placer de conducir que definen a la marca.

Experiencia de conducción

Al volante, las sensaciones son una agradable sorpresa. Aunque su centro de gravedad es más alto y la tracción es delantera, el coche se siente ágil y aplomado, con un dinamismo que muchos de sus rivales no pueden igualar. El motor de tres cilindros y 136 CV vibra con un carácter único y empuja con una energía inesperada desde bajas vueltas, moviendo el conjunto con soltura. La dirección es precisa y comunicativa, un sello de la casa, y la caja de cambios automática gestiona las marchas con suavidad y rapidez. Es un coche que transmite solidez y refinamiento en cada kilómetro, logrando un equilibrio maravilloso entre el confort para el día a día y la chispa de deportividad que se espera de un BMW.

Diseño y estética

Estéticamente, el Serie 2 Active Tourer es un ejercicio de equilibrio. El frontal, con su imponente parrilla de doble riñón y sus faros afilados, grita 'BMW' desde lejos. Sin embargo, su silueta elevada y sus proporciones de monovolumen buscan maximizar el espacio interior, un objetivo que cumple con creces. Es en el habitáculo donde el coche enamora: la calidad de los materiales, los ajustes perfectos y un diseño ergonómico orientado al conductor crean una atmósfera de lujo y funcionalidad. La postura de conducción elevada ofrece una visibilidad fantástica, y la sensación de amplitud y luminosidad lo convierte en un lugar excepcional para viajar.

Tecnología y características

Para su época, el Active Tourer era un escaparate tecnológico. El sistema de infoentretenimiento iDrive, controlado desde la consola central, se erigía como una referencia en el mercado por su fluidez e intuitividad. La pantalla central, perfectamente integrada en el salpicadero, daba acceso a un mundo de conectividad y ajustes. Además, el motor tricilíndrico era en sí mismo una proeza de la ingeniería, parte de la familia EfficientDynamics, diseñado para ofrecer una respuesta enérgica con un consumo de combustible sorprendentemente bajo, como demuestran sus 5.1 l/100km. Elementos como el Head-Up Display o los asistentes de conducción lo situaban a la vanguardia de su segmento.

Competencia

Su principal adversario en el mercado era, sin duda, el Mercedes-Benz Clase B, el otro gran contendiente en el nicho de los monovolúmenes compactos premium. Frente a él, el BMW ofrecía una experiencia de conducción ligeramente más deportiva y un interior que muchos consideraban más moderno. Otros rivales como el Volkswagen Golf Sportsvan o el Ford C-MAX competían en practicidad, pero el Active Tourer jugaba en una liga superior en cuanto a calidad de acabados, prestigio de marca y sensaciones al volante, justificando así su posicionamiento en el mercado.

Conclusión

El BMW Serie 2 Active Tourer fue una apuesta valiente y, en retrospectiva, muy acertada. Demostró que era posible fusionar la funcionalidad y el espacio de un coche familiar con la calidad, la tecnología y el placer de conducir inherentes a BMW. Aunque pudo no haber emocionado al purista de la marca, conquistó a un nuevo público que buscaba un vehículo práctico sin comprometer el estatus y la experiencia premium. El 218i es, en particular, una versión redonda y equilibrada que ofrece una magnífica carta de presentación a este BMW tan especial.