Bentley Azure T · 507 CV (2009-2010)

2009
Gasolina
RWD
Automático 6v
Bentley Azure - Vista 1
Bentley Azure - Vista 2
Bentley Azure - Vista 3
Bentley Azure - Vista 4

Especificaciones y análisis del Bentley Azure

Potencia

507CV

Par

1000Nm

Consumo

19.5l/100

Emisiones

465g/km

0-100 km/h

5.5s

Vel. Máx.

288km/h

Peso

2770kg

Precio

403,625

Resumen técnico

Combustible

Gasolina

Transmisión

Automático 6v

Tracción

RWD

Plazas

4 / 2 puertas

Maletero

310 L

Depósito

96 L

Potencia

373 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima507 CV / 373 kW
Par máximo1000 Nm
Tipo de combustibleGasolina
TransmisiónAutomático 6v

Capacidades

Depósito96 L
Maletero310 L

Análisis detallado del Bentley Azure T · 507 CV (2009-2010)

Descripción general

El Bentley Azure T de 2009 no es simplemente un coche; es la materialización del lujo y la potencia en su forma más pura y descapotable. Concebido en una era de opulencia sin complejos, este gran turismo representa la culminación de la ingeniería británica, uniendo un legado de artesanía con una fuerza bruta que desafía su elegante apariencia. Con un precio que superaba los 400.000 euros, era un símbolo de estatus reservado para unos pocos elegidos, una joya automovilística destinada a perdurar en el tiempo.

Experiencia de conducción

Ponerse al volante del Azure T es una experiencia visceral que inunda los sentidos. El despertar de su motor V8 de 6.75 litros es un murmullo profundo que promete un poder descomunal. A pesar de sus casi tres toneladas, la aceleración es una ola imparable de empuje gracias a sus 1000 Nm de par motor; te pega al asiento con una contundencia que parece desafiar las leyes de la física. Conducirlo a cielo abierto es sentir el mundo pasar a una velocidad vertiginosa, envuelto en el aroma del cuero y el sonido de una orquesta mecánica que te hace sentir invencible. Es un viaje que oscila entre la serenidad de un yate de lujo y la furia de un avión de combate al despegar.

Diseño y estética

Su diseño es una declaración de intenciones. Con más de 5,4 metros de longitud, su presencia es majestuosa e imponente. Las líneas son clásicas, fluidas y musculosas, evocando la herencia de Bentley sin caer en estridencias. Cada detalle, desde la icónica parrilla cromada hasta la exquisita capota de lona de tres capas, ha sido ejecutado con una precisión artesanal. El interior es un santuario de lujo, un espacio donde la madera noble, el metal pulido y el cuero más fino se combinan para crear una atmósfera de club inglés sobre ruedas. No es un coche que grita, sino uno que susurra poder y elegancia con una autoridad incontestable.

Tecnología y características

La tecnología del Azure T se centra en la grandeza mecánica más que en las pantallas digitales. Su corazón es una obra maestra de la ingeniería: un V8 'seis y tres cuartos' con turbo e intercooler, una configuración legendaria refinada para entregar 507 caballos de potencia. La transmisión automática de seis velocidades gestiona el torrente de fuerza con suavidad, mientras que la suspensión de paralelogramo deformable en ambos ejes asegura un confort imperial, capaz de aislar a los ocupantes del asfalto sin perder el aplomo a alta velocidad. Es la tecnología del confort y la potencia, diseñada para hacer que lo extraordinario parezca sencillo.

Competencia

En el exclusivo olimpo de los descapotables de ultra lujo, el Bentley Azure T encontraba a su rival más directo y filosófico en el Rolls-Royce Phantom Drophead Coupé. Mientras el Rolls-Royce apostaba por un aislamiento y una serenidad casi absolutos, el Bentley ofrecía un carácter más pasional y deportivo, un alma de 'gentleman driver' que disfrutaba del control de una potencia abrumadora. Otros contendientes como el Aston Martin DBS Volante o ciertas versiones del Mercedes-Benz SL 65 AMG podían competir en prestaciones, pero ninguno alcanzaba el nivel de opulencia, artesanía y pura presencia aristocrática del Azure T.

Conclusión

El Bentley Azure T es mucho más que la suma de sus partes. Es un monumento rodante a una época dorada del automovilismo, una celebración del exceso, la potencia y la artesanía sin concesiones. No es un coche práctico ni eficiente, y nunca pretendió serlo. Es una experiencia emocional, una pieza de colección desde el momento en que salió de la fábrica de Crewe. Poseerlo y conducirlo es disfrutar de un legado, un recordatorio de que la verdadera esencia del lujo reside en la emoción pura y la belleza atemporal.