Audi TT Roadster 2.0 TDI 135 kW (184 CV) · 184 CV (2017-2018)

2015
Gasóleo
FWD
Manual 6v
Audi TT - Vista 1
Audi TT - Vista 2
Audi TT - Vista 3
Audi TT - Vista 4

Especificaciones y análisis del Audi TT

Potencia

184CV

Par

380Nm

Consumo

4.7l/100

Emisiones

126g/km

0-100 km/h

7.3s

Vel. Máx.

237km/h

Peso

1430kg

Precio

44,480

Resumen técnico

Combustible

Gasóleo

Transmisión

Manual 6v

Tracción

FWD

Plazas

2 / 2 puertas

Maletero

280 L

Depósito

50 L

Potencia

135 kW

Estado

Actual

Especificaciones técnicas

Motor

Potencia máxima184 CV / 135 kW
Par máximo380 Nm
Tipo de combustibleGasóleo
TransmisiónManual 6v

Capacidades

Depósito50 L
Maletero280 L

Análisis detallado del Audi TT Roadster 2.0 TDI 135 kW (184 CV) · 184 CV (2017-2018)

Descripción general

El Audi TT Roadster 2.0 TDI es una declaración de intenciones, una audaz combinación que rompe moldes. Imagina la libertad de un descapotable, la silueta icónica de un deportivo y el corazón eficiente y poderoso de un motor diésel. Es un coche nacido para devorar kilómetros a cielo abierto, fusionando la pasión por la conducción con una sorprendente racionalidad económica, una invitación a disfrutar del viaje sin remordimientos.

Experiencia de conducción

Al volante, las sensaciones son intensas y únicas. El empuje de sus 380 Nm de par se siente de inmediato, una fuerza contundente que te pega al asiento con cada insinuación del acelerador, especialmente en recuperaciones. La caja de cambios manual te conecta directamente con la mecánica, haciéndote partícipe de una conducción pura y gratificante. Su chasis ágil y preciso transmite una confianza absoluta en cada curva, mientras el viento se enreda en tu pelo. No es la explosividad de un gasolina, es una fuerza diferente, más profunda y constante, perfecta para disfrutar de la carretera sin fin.

Diseño y estética

El diseño del TT es una obra de arte en movimiento, una evolución perfecta de un icono. Sus líneas son tensas, afiladas y musculosas, desde la imponente parrilla Singleframe hasta una zaga compacta y rotunda. La capota de lona clásica le otorga una elegancia atemporal, manteniendo una silueta coupé perfecta cuando está cerrada. Por dentro, te abraza un habitáculo minimalista y centrado en el conductor, donde la ausencia de una pantalla central cede todo el protagonismo al revolucionario Audi Virtual Cockpit. Cada material respira calidad y cada detalle está pensado para el placer estético y táctil.

Tecnología y características

La joya de la corona tecnológica es, sin duda, el Audi Virtual Cockpit. Esta pantalla de 12,3 pulgadas sustituye al cuadro de instrumentos tradicional, integrando toda la información, desde el navegador hasta el sistema multimedia, en un entorno digital espectacular y configurable. Fue un antes y un después en el diseño de interiores. Bajo el capó, el motor TDI con inyección por conducto común y turbo de geometría variable representa la cúspide de la eficiencia diésel de su época, logrando un equilibrio casi mágico entre sus 184 caballos y un consumo de combustible increíblemente bajo.

Competencia

Encontrar un rival directo para este TT Roadster diésel es una tarea compleja, ya que se movía en un nicho muy particular. Mientras que deportivos como el BMW Z4 se centraban casi exclusivamente en la gasolina, su competidor más cercano era el Mercedes-Benz SLC 250d, que también apostaba por una fórmula similar de descapotable premium con motor diésel. Sin embargo, el TT siempre jugó en su propia liga gracias a su diseño vanguardista y su enfoque tecnológico, ofreciendo una experiencia que pocos podían igualar en términos de estilo y eficiencia.

Conclusión

El Audi TT Roadster 2.0 TDI es un coche para entendidos, una elección que combina con maestría la emoción y la razón. Es la prueba de que se puede tener un deportivo descapotable, con un diseño que enamora y una calidad excepcional, sin renunciar a la eficiencia para viajar lejos. Es el compañero perfecto para una escapada de fin de semana, capaz de regalarte sonrisas en una carretera de montaña y de cuidar tu bolsillo en la autopista. Una joya de la ingeniería que demuestra que los opuestos, a veces, no solo se atraen, sino que crean algo extraordinario.